Las madres de familia migrantes enfrentan estas situaciones, como el prejuicio de la sociedad, quienes tienden a juzgar sin conocer la realidad que viven
Procedente de Honduras, Angelica, de 47 años, ha tenido un largo viaje desde su país de origen hasta esta frontera, esto desde el 23 de octubre del año pasado, camino que decidió tomar debido a que su familia tuvo, además de amenazas, atentados contra su vida, ocasionando que tomarán la difícil decisión de dejar a su hija mayor resguardada en otro municipio además de toda una historia y patrimonio, buscando la seguridad en un país desconocido y una esperanza de tener una vida mejor.
El problema que le hizo huir de su país comenzó por la persecución que su hijo, de tan solo 14 años, comenzó a tener por parte de grupos delictivos, quienes lo mantenían bajo vigilancia, Angélica comenta que el menor de sus hijos empezó a tener cambios drásticos en la conducta, se volvió ansioso e inquieto y fue cuando comenzó a investigar, enterándose del grave problema y de que tenía que tomar una rápida decisión pues señala que estas personas no juegan cuando amenazan, realidad comprobada en sus hermanos, quienes se vieron extorsionados, pero al no conseguir la cantidad de dinero los dejaron a ambos con parálisis permanente, sin la oportunidad de una recuperación.
Una situación a la que se tienen que enfrentar las madres de familia migrantes, es al prejuicio de la sociedad, quienes tienden a juzgar sin conocer la realidad que viven, suponiendo constantemente que arriesgan a sus hijos por gusto, por capricho o por avaricia, cuando lamentablemente esto sucede por cuestiones de necesidad extrema, falta de oportunidades en su país o como en este caso por cuestión de vida o muerte, como señala el mayor Miguel Ángel Rodríguez, representante del Ejército de Salvación en esta ciudad, "las mujeres migrantes son muy vulnerables y más si traen menores, por ello con el fin de proteger a sus hijos se arriesgan a todo, este es un tema muy complejo en realidad, aquí hay quienes dicen yo no dejaría a mi hijo, hemos tenido casos de madres que la cita para cruzar a Estados Unidos le sale sólo a ella y se ven en la necesidad y obligación de buscar que sus hijos crucen el río Bravo, lo que es un riesgo pues los exponen demasiado pero llega un momento en el que tienen que tomar esa decisión, pues las ve uno llorando y desesperadas pero también tenemos a quienes han decidido perder la cita porque a sus hijos no se las dieron, y eso es la parte compleja de esto, de poner en la balanza de hasta donde tienen que arriesgar a sus hijos pues algunas no tienen opción porque o se quedan aquí esperando a que los alcancen quienes lo siguen y los maten o deciden morir todos en el río, para cualquier madre es un dolor cualquier decisión que tomen pero tienen esperanza y a eso se aferran".
"Somos guerreros mami y vamos a lograrlo". Una decisión que tuvo que tomar Angélica fue precisamente esa, sólo ella logró obtener su cita, pero su hijo no, por lo que tuvo que tomar la difícil decisión de buscar la forma de que él cruzara por el río, lo cual afortunadamente pudo hacer con éxito, por lo que el adolescente ya se encuentra en Estados Unidos, siendo apoyado por una trabajadora social, en la espera de que su madre pueda reunirse con él, pues este viernes precisamente tiene su cita para el asilo, por lo que mantiene una gran esperanza de que todo saldrá bien para ellos, "no la hemos pasado nada bien tampoco aquí, en México, hemos sido asaltados en el trayecto, pero una sobrina que vive en Estados Unidos nos está apoyando y la fe también, pues las dificultades como venir sin dinero, dormir en la calle, en un parque, a veces si comer, fue muy difícil, pero como dice mi niño, somos guerreros mami y vamos a lograr todo lo que queremos pero no regresemos para atrás, ahora estoy feliz pero triste porque allá deje a mi hija, pero si Dios así lo permite estaremos pronto los 3 juntos".