¿Por qué los bautizos no tendrán padrinos ni madrinas durante los próximos 3 años en Italia?

En ese sentido, el más reciente miembro de la lista ha sido monseñor Giacomo Cirulli. El obispo de Teano-Calvi, Alife-Caiazzo y Sessa Aurunca, tres diócesis ubicadas en la región de Campania, al sur de Italia, anunció el sábado pasado la peculiar medida.

El líder eclesiástico ha fundamentado su decisión argumentando que la figura de los padrinos y madrinas “ha perdido su valor original”, que era el de acompañar a los catecúmenos durante todo el proceso que compone la celebración de cada sacramento.

Por el contrario, argumenta Cirulli, su papel ahora ha quedado “reducido a una suerte de cumplimiento formal o costumbre social”. “Aparentemente es una tendencia que la Iglesia católica italiana está planteándose para impedir una instrumentalización del padrinazgo. Con el paso de los años se habría convertido en una figura que no tiene nada que ver con la fe cristiana y es utilizado como una forma de obtener el favor de personas influyentes, establecer vínculos de clientelaje entre poderosos y menos privilegiados. Yo no la considero una medida negativa sino interesante porque intenta ajustar las prácticas sacramentales con su objetivo original”, explica a El Comercio el historiador experto en temas religiosos Juan Fonseca.

El decreto será promulgado el día 20 de este mes y entrará en vigor a partir del 9 de abril, cuando la comunidad católica celebrará el Domingo de Resurrección, festividad central dentro de la Semana Santa.

¿Y quién se encargará de acompañar a los catecúmenos durante estos tres años? El personal de las oficinas litúrgicas y catequesis de cada diócesis, explica Cirulli en su comunicado, donde también precisa que este tiempo deberá ser usado para “estudiar posibles nuevas formas de acompañamiento, que recuperan el verdadero sentido eclesial del oficio de padrino y madrina”.

Pero, ¿cuál es el rol que debería cumplir el padrino? “Según la doctrina de la iglesia, el padrino debe tener una función casi pastoral con el ahijado”, responde Fonseca.

¿En línea con el papa Francisco?

Hasta el momento, el papa Francisco no se ha pronunciado sobre la medida adoptada en Campania. Para Fonseca, sin embargo, las decisiones van alineadas con la visión que tiene el sumo pontífice para el futuro de la Iglesia católica.

“Estas decisiones de los obispos entrarían en la línea de sinceramiento de las acciones de la iglesia con sus feligreses, es la línea que el papa Francisco plantea. A quienes probablemente no les caiga muy bien es a los sectores más tradicionales de la iglesia. El padrinazgo es muy tradicional y los sectores conservadores suelen temer a este tipo de cambios”, señala.

Sobre la posibilidad de que este tipo de decisiones se repliquen en otras regiones del mundo, el especialista consideró que era muy probable debido a los cambios que experimentan con el paso del tiempo tanto la iglesia como las sociedades.

“En Europa y Estados Unidos, por ejemplo, el padrinazgo es una institución cada vez menos presente, ya no es tan extendida la práctica. En América Latina sí lo es, algunos incluso piensan que es obligatorio tener un padrino”, remarca Fonseca. “En el Código de Derecho Canónico que promulgó el papa Juan Pablo II en 1983 ya se estableció que la figura del padrino no era obligatoria. Tranquilamente se podrían desarrollar bautizos sin la presencia de un padrino, pero si existía la presencia se establecían las obligaciones”.