El tener un descanso de por lo menos 8 horas diarias es de suma importancia para la salud emocional y física tanto en niños como adultos.
El dormir bien ayuda a pensar con claridad, a tener mejores reflejos y a concentrarse mejor, consideró la doctora Claudia Catalina Rodríguez Tenorio, coordinadora auxiliar de gestión médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Coahuila, quien recomendó a la población fomentar la calidad del sueño.
“Cuando la gente tiene un sueño reparador, el cuerpo recupera la energía, el sistema inmune se restaura y los músculos se relajan, lo que contribuye a estar saludable”, consideró la también especialista en medicina familiar.
Precisó que el rendimiento de una persona depende del descanso que haya tenido la noche anterior y por ende quien no duerme de manera correcta afecta su desempeño. Detalló que el sueño es un proceso activo, recurrente y necesario, y cuando hay calidad en el descanso, se afianza el aprendizaje y la memoria en el corto y mediano plazo, se restaura el cerebro y otros sistemas del organismo.
Beneficios. Destacó que mientras una persona duerme, disminuye de manera paulatina la actividad mental, motora y sensorial. El cerebro realiza actividades diferentes a las que ejecuta al estar despierto, todas encadas a la restauración. Rodríguez Tenorio indicó que son varias fases por las que se transita; la primera es la ligera y ocurre cuando se está adormilado y aún se escucha lo que sucede alrededor. La segunda se denomina “sueño profundo”, en esta condición se tiene menos respuesta a los estímulos; mientras que en la tercera hay mayor relajación, con menos tendencia a moverse, salvo que sea para cambiar de posición y sin respuesta a los estímulos.
Consecuencias. Cuando el descanso no es reparador, se pueden desencadenar otros males como la obesidad, que derivaría en problemas cardiovasculares, de hipertensión arterial y diabetes. Además, afecta el estado de alerta, la concentración y el desempeño físico, de ahí sobreviene la fatiga que con el paso del tiempo trae consigo alteraciones en la memoria y disminuye el rendimiento cerebral. Para dormir mejor recomendó tomar hábitos sencillos como ir a la cama todos los días a la misma hora, cenar ligero, evitar bebidas como refrescos, café o alcohol y retirar de la recámara los aparatos electrónicos. También sugirió realizar alguna actividad física, preferentemente antes de las siete de la tarde, porque el cuerpo va a descansar.