Las activistas hicieron un llamado al gobierno para garantizar atención, financiamiento y tratamiento oportuno para las pacientes oncológicas; señalan que cada hora mueren dos mujeres, de todas las edades, por cáncer de mama
En un acto simbólico, pacientes oncológicas y mujeres sobrevivientes de cáncer, pintaron las cicatrices de sus mastectomías para visibilizar y protestar contra la violencia, sexual, estética e institucional de la que son víctimas tras ganarle la batalla a la enfermedad.
Por primera vez, el grupo de mexicanas abandera la lucha contra la enfermedad de forma pública en una movilización y eligieron hacerlo en el marco de las protestas por el Día Internacional de la Mujer para recordar a quienes han muerto y cobijar a las que enfrentan un proceso médico oncológico.
“No somos las guerreras de rosa en octubre, asexuadas, revictimizadas, sumisas, somos mujeres los 365 días del año con tanto por decir, y así como todas nos toca enfrentar las violencias que conocemos en México, a la nuestra se suman: la médica, la falta de servicios oportunos en diagnósticos y tratamientos, a esa falta de la garantía de un derecho básico como el acceso a la salud, tiene un nombre, un feminicidio institucional”, señaló Sandra Monroy, vocera del colectivo ¡Jódete Cáncer!
El primer acto que realizaron fue la intervención de playeras con mensajes en contra de las violencias que viven. Luego, abrieron el micrófono a mujeres que narraron cómo enfrentaron la enfermedad desde su diagnóstico hasta que la vencieron, y mujeres que perdieron a una hija, hermana, amiga o familiar en la lucha.
“Al estado no le importamos. (…) Nos joden más por aparentar que no pasó nada; enfrentamos el constante señalamiento a lo que nos 'han quitado', como si solo fuéramos tetas o matrices, insisten en ocultar nuestras cicatrices pensando que debemos avergonzarnos de ellas”, dijo Sandra Monroy quien sobrevivió a cáncer de mama.
En compañía de las asistentes, Sandra Monroy hizo un llamado al gobierno federal a garantizar protocolos de atención, financiamiento y tratamiento oportuno para las mexicanas, pues cada hora mueren dos mujeres, de todas las edades, por cáncer de mama.
“La falta de atención oncológica también es feminicidio; no me joda presidente, ¡nos dejan en una orfandad médica porque vivir con cáncer cuando se tiene bajos recursos es una condena de muerte, pues es impagable”.