Los problemas de Jiménez comenzaron desde las cartulinas preventivas.
Los constantes errores de Óscar Jiménez comenzaron a generar dudas en Fernando Ortiz. El técnico de las Águilas ya medita si manda al apodado Ochoa a la banca. El empate ante Atlas, los goles ante Pachuca y su constante problemas de tarjetas, han hecho que el Tano ya comience a inclinarse en darle una oportunidad a uno de los refuerzos, Luis Ángel Malagón.
Los problemas de Jiménez comenzaron desde las cartulinas preventivas. Óscar, en un abrir y cerrar de ojos, se llenó de amarillo por no despejar rápido, una razón que molestó de gran manera al Tano, pero que siempre respetó por la forma en la que el arquero juega.
Después hubo encuentros en los que los goles que recibía América se le achacaban al arquero. Sus lances y forma de medir los esféricos necesitaban un trabajo constante. El tema se agravió con las anotaciones que recibió en el Jalisco ante Atlas. Los dos potentes disparos del Huevo Brian Lozano eran de una distancia considerable, lo que le daba tiempo para recorrer y atajar sin problemas. Óscar buscó ser espectacular y mostrar su alcance, el resultado no fue el esperado, las Águilas salieron del Coloso de la Calzada Independencia con un empate.