Nada, que no. Más imposible que improbable. Más ficticio que impensable. Es que no se puede. Y punto. De donde no hay, no se puede sacar. Y no hay mucho más análisis que hacer de la denostada figura de un jugador que ha sido muy bueno, que tiene una carrera estupenda y varios récords otrora imbatibles. Pero una estrella que hace tiempo se estrelló de forma clara y rotunda, se hizo pedazos y no volvió a emerger ni a tener csabida táctica en ningún equipo que se precie o que tenga como objetivo llegar lejos a los playoffs. Los Clippers, que antes del fichaje de Russell Westbrook iban 33-28, en la cuarta posición de la Conferencia Oeste y con una dinámica claramente ascendente, van ahora 33-32, han caído en puestos de play-in y están a con solo dos partidos de ventaja para quedarse fuera incluso de eso. Cuatro derrotas consecutivas que en el atasco del Oeste lo cambian todo. Y unas sensaciones paupérrimas tanto en los finales apretados como en los que no lo son.
Westbrook ha jugado 110 minutos con los Clippers en los que acumula un -23 con un 0-4 de récord. Y eso no es lo peor: le quitó el puesto a Terance Mann, un chaval de 26 años que hace cosas bien pero, sobre todo, hace muchas menos cosas mal que su ahora compañero. Y que, en el quinteto que forma con Kawhi, Paul George, Ivica Zubac y Marcus Morris, que han jugado juntos 142 minutos esta temporada, tienen unrating ofensivo de 133, se van a un +33 de diferencia a sus rivales y, en los 10 partidos en los que han saltado en el quinteto inicial, el récord ha sido de 7-3. Al final, no hay que hacer análisis particularmente profundos de un jugador que no los tiene: en ocasiones, basta con mirar un papel, una hoja estadística, datos más o menos avanzados. Y con eso, te salen las cuestas: con Westbrook no. Es así de simple.
Esta vez, ni siquiera hubo números para justificar semejante barbarie: apenas 8 puntos y 6 asistencias, ni un solo rebote, 3 de 12 en tiros de campo, 0 de 5 en triples, 4 pérdidas, 3 faltas y un -10 con él en pista. Y todo en algo menos de 28 minutos. Cierto es que nadie en los Clippers hizo un buen partido más allá de Mason Plumlee (12 tantos y 20 rebotes), que Kawhi Leonard tuvo buenos porcentajes pero anotó menos puntos de los que necesitaba su equipo (8 de 12, para 21) y que Paul George estuvo verdaderamente horrible (3 de 15 en el lanzamiento), además de que los Clippers fueroan un desastre desde el triple (9 de 43) y acumularan 16 pérdidas. Pero nada de eso explica ni el fichaje ni la titularidad de Westbrook, que va a tener muy difícil encontrar un nuevo equipo este verano incluso si es para firmar por el mínimo de veterano.
¿Y los Warriors? Lanzados a por el anillo. Ya se puede decir, y no precisamente en susurros. Han salidodel play-in y tienen un billete directo para playoffs, si se mantienen así, sin que nadie se de cuenta. Y sin Stephen Curry, que puede retornar de su lesión la semana que viene y dar un nuevo y definitivo impulso a un equipo que rozaba el quedarse fuera de playoffs y ahora están 33-30, quintos de la Conferencia Oeste y con todavía opciones de tener ventaja de campo en primera ronda, algo que parece mentira si analizamos la temporada que han tenido. Ya lo hicieron el año pasado, acabando genial y llegando a la fase final en su mejor forma físicoa. Y este año lo pueden volver a hacer. Mientras tanto, 34 puntos de un espectacular Jordan Poole, 19 de Jonathan Kumminga, 19, con 11 rebotes, de Klay Thompson, 11+9+9 de un Draymond Green que va a más... En fin, mucho y muy bien. Parece que los Warriors están preparados para el momento de la verdad. Así son ellos.