El magistrado también solicitó que se obtengan los registros “en los cuales se detalle los internos con los cual Cantero compartió celda y/o pabellón desde el ingreso a la unidad penitenciaria”.
Un día después de que el atentado contra el supermercado del suegro de Lionel Messi tuviera repercusión mundial, la Justicia ordenó allanar calabozos de las cárceles de Ezeiza, Marcos Paz y Rawson, donde está Ariel Máximo Cantero, alias Guille y líder de la temible banda de Los Monos, y otros capos narcos.
Así lo informaron fuentes judiciales. En la solicitud de los allanamientos, la fiscal federal de Rosario Paula Moretti y su colega Diego Iglesias, funcionario a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), solicitaron que Guille Cantero sea alojado “en un sector del Complejo Penitenciario II de Marcos Paz en el que pueda controlarse que no tenga contacto con otros internos que se encuentren detenidos por delitos relacionados con el narcotráfico o al crimen organizado”.
Los representantes del Ministerio Público también solicitaron que “se disponga un control estricto de las comunicaciones telefónicas que pueda mantener a través del teléfono de línea fija de acceso público de los internos mediante el cual, garantizándose en su totalidad la privacidad de las conversaciones, se pueda conocer los abonados telefónicos y las personas con las que se comunica, estableciéndose a su vez un horario y tiempo de establecimiento de llamadas razonables”.
Los allanamientos en los penales Ezeiza, Marcos Paz y Rawson, que dependen del Servicio Penitenciario Federal (SPF) están centrados en la investigación derivada de un homicidio ocurrido el 2 de febrero pasado en Rosario. Ese día, cuando Lorenzo Altamirano, un artista callejero, fue secuestrado y luego ejecutado en uno de los ingresos a la cancha de Newell’s.
Según la investigación de la Procunar y de los fiscales rosarinos Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, el crimen se produjo en el medio de una disputa interna entre la banda de Los Monos, cuyos referentes están presos en penales federales.
El secuestro de un celular a Ariel Cantero, líder de Los Monos, confirmó, a través de diálogos que mantenía en la cárcel con integrantes de ese grupo criminal, que el asesinato de Altamirano fue parte de un conflicto entre Leonardo Vinardi y Carlos Escobar contra Rodolfo Masini y Leandro Vilches.
El cadáver de Altamirano lo usaron de “envase” para dejar un mensaje que iba dirigido a uno de los miembros del clan criminal, con vínculos con la barra de Newell’s, dijeron a La Nación fuentes de la investigación.
En la resolución donde ordenó el allanamiento en el penal de Marcos Paz, el juez federal de Rosario Marcelo Bailaque le encomendó al Departamento Inteligencia del Crimen Organizado (DICO) de la Policía Federal Argentina (PFA) el registro de “la totalidad de las oficinas administrativas con el objeto de secuestrar documentación, en formato físico y/o digital” para reconstruir los abonados telefónicos con los que se comunicó Guille Cantero desde la línea telefónica instalada en el Pabellón 7 desde marzo del año pasado a la fecha.