Neymar fue baja en la crucial victoria 3-0 del Paris Saint-Germain sobre sus acérrimos rivales del Marsella.
Hay un dicho sumamente conocido en Francia: "Los ausentes siempre se equivocan".
Neymar fue baja en la crucial victoria 3-0 del Paris Saint-Germain sobre sus acérrimos rivales del Marsella el pasado domingo en jornada de Ligue 11. Y considerando que vimos una de las mejores actuaciones de la temporada (y en Le Classique, nada menos), el astro brasileño fue uno de los grandes perdedores de la velada.
En el que fue uno de los encuentros más importantes de la temporada para los campeones defensores, el plantel de Christophe Galtier se mostró equilibrado, compacto y eficiente. Jugaron con cohesión y el espíritu colectivo correcto. Y su formación 5-3-2, que maximizó los esfuerzos de la dupla conformada a la delantera por Lionel Messi y Kylian Mbappe, funcionó a la perfección contra la línea defensiva alta del Marsella. Juntos dieron una clase magistral, a la vez que alcanzaron hitos personales: Mbappé convirtió su gol 200 con la camiseta del PSG, empatando la marca impuesta por Edinson Cavani, mientras que Messi celebró su gol 700 en el fútbol de clubes.