Uno de los sobrevivientes de la balacera narra cómo es que fue amenazado por los agentes.
“¿Quieres vivir?”, preguntaron los militares a Alejandro. Su respuesta fue obvia: “Quiero vivir”.
“Pues entonces vas a grabar un video donde digas que ustedes tuvieron la culpa, que venían huyendo”, le exigieron los soldados que la madrugada del domingo 26 de febrero abrieron fuego contra la camioneta en la que viajaba con su hermano y cinco amigos.
En el lugar murieron Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Gustavo Angel Suárez, Alejandro Trujillo y Gustavo Pérez, hermano de Alejandro, quien recuerda que llegaron a la discoteca Mr. Pig a las 12:00 de la noche y salieron a las 04:00 de la mañana. Al llegar al cruce con Méndez, en la colonia Cavazos Lerma, sintieron un fuerte impacto en la parte trasera del vehículo.
“Nadie nos venía siguiendo, no nos marcaron el alto ni hicieron algún llamamiento. De pronto vimos que atrás venía una camioneta de soldados con las luces apagadas. Nos chocaron y en menos de un minuto empezaron los balazos”, dijo Alejandro en su declaración ministerial. Afirma que logró agacharse y solo escuchó gritos.
“Como yo me agaché, nomas escuché gritos, no supe quién gritaba, pero decían: ‘¡Ayúdenme, ayúdenme!’”.
De acuerdo con su testimonio, los disparos impactaron la parte trasera de la camioneta en la que viajaban; después, afirma, vio otra camioneta de militares enfrente, también disparando. “Cuando ya no se oyeron balazos yo me bajé, me puse de rodillas a un lado de la puerta de la camioneta. De volada llegaron los soldados y yo nomás escuchaba que decían: ‘¡Mátenlo!, ¡Mátenlo!’. También me pusieron pecho tierra y a cada rato decían que me matarían, luego ya no escuché a mis amigos”. Afirma que a Luis Gerardo, el otro sobreviviente, lo querían rematar.
Los militares le dijeron a Alejandro que lo dejarían vivir, pero para ello debía grabar un video en el que aceptara que venían huyendo.
“Me dijeron: ‘Te vamos a hacer un video donde digas que ustedes tuvieron la culpa, que iban huyendo’, y me grabaron, me pusieron la pistola en la cabeza y me dijeron: ‘¿Quieres vivir o quieres morir?’. Les dije: ‘Pos [sic] quiero vivir’”.