Quintero Arellanes, indica el gobierno estadounidense, era el principal lugarteniente y jefe de seguridad de Caro Quintero.
Ismael Quintero Arellanes, alias "Fierro", compareció hoy ante un juez de instrucción en el tribunal federal de Brooklyn, Nueva York, tras ser extraditado, el miércoles, desde México, y se ordenó su detención preventiva, a la espera de juicio.
Breon Peace, fiscal para el Distrito Este de Nueva York, y Frank A. Tarentino III, Agente Especial a cargo de la Administración para el Control de Drogas, División de Nueva York (DEA), anunciaron la extradición y la comparecencia de Arellanes, acusado de participar en una conspiración de distribución de estupefacientes a gran escala y de utilizar una o más armas de fuego en relación con delitos de narcotráfico. El acusado fue detenido en México el 15 de julio de 2022.
“Según se alega, el acusado era un alto lugarteniente y jefe de seguridad de Rafael Caro Quintero, un infame capo de la droga cuya violenta organización ha enviado durante décadas miles de kilogramos de droga a Estados Unidos”, dijo Peace, de acuerdo con un comunicado emitido por la fiscalía del Distrito Este. “Desmantelar el liderazgo de las organizaciones de narcotraficantes que han causado estragos aquí y en el extranjero es una de las principales prioridades de nuestra Fiscalía”.
Peace agradeció a la oficina de la DEA en Ciudad de México, al Servicio de Alguaciles de Estados Unidos, a la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia y al Gobierno de México.
“Quintero Arellanes era el ejecutor del imperio de narcóticos de Rafael Caro Quintero, responsable de distribuir drogas, violencia y muerte en todo México y Estados Unidos”, dijo el Agente Especial a cargo de la DEA, Frank Tarentino. “Esta extradición marca otra victoria del Estado de derecho estadounidense al llevar ante la justicia a los narcotraficantes que más daño han causado en nuestras comunidades. Felicito a los hombres y mujeres que dedicaron incansables horas a esta investigación en pos de la Justicia”.
Según la acusación y los documentos presentados ante el tribunal, el acusado era un miembro de alto rango de la organización transnacional criminal Caro Quintero, dirigida por Rafael Caro Quintero.
Como líder de la organización de narcotráfico, señala el comunicado, Caro Quintero empleaba a numerosas personas, cada una de las cuales desempeñaba un papel para garantizar el éxito de la organización, incluidos “sicarios” o asesinos a sueldo que llevaban a cabo actos de violencia en México, como asesinatos y secuestros, para silenciar a posibles testigos y tomar represalias contra cualquiera que proporcionara información a las fuerzas de seguridad; personal de seguridad para los líderes de la empresa; “jefes de plaza” que controlaban los territorios de la empresa; transportistas de estupefacientes, y blanqueadores de dinero.
Quintero Arellanes, indica el gobierno estadounidense, era el principal lugarteniente y jefe de seguridad de Caro Quintero. En ese papel, Quintero Arellanes sirvió como guardaespaldas personal de Caro Quintero, transmitió mensajes y órdenes entre Caro Quintero y otros miembros de la organización para facilitar las actividades de narcotráfico, y protegió a Caro Quintero para permitirle evitar su captura.
Por su conducta, Quintero Arellanes está acusado de participar en una conspiración internacional de distribución de heroína, metanfetamina y cocaína desde febrero de 2015 hasta junio de 2018 y en una conspiración internacional de distribución de marihuana desde enero de 1980 hasta junio de 2018, así como de utilizar armas de fuego en relación con su organización de narcotráfico.