El sujeto identificado como Michael Konschak confundió a los caninos con coyotes salvajes, luego de que el pasado mes de noviembre saliera de casería y golpeara a los canes con una ballesta.
Un cazador enfrenta cargos criminales luego de que mató y desolló a lo que presuntamente él creyó eran coyotes; sin embargo, momentos más tarde habría descubierto que se trataba de dos perros de raza pastor alemán, provenientes de una familia en Connecticut, Estados Unidos.
De acuerdo con el New York Post, el sujeto identificado como Michael Konschak confundió a los caninos con coyotes salvajes, luego de que el pasado mes de noviembre saliera de casería y golpeara a los canes con una ballesta.
El hombre supuestamente desolló a los perros para conservar sus pieles.
Ambas mascotas de nombre Lieben y Cimo, habrían desaparecido durante semanas después de que escaparan del patio de su familia en Ridgefield, por lo que la familia de los perros salía a buscarlos constantemente y colocaba volantes de ellos en el área, aunque no obtuvieron respuesta.
Durante su audiencia en el Tribunal Superior de Danbury, Konschak de 61 años confesó estar avergonzado de lo que hizo, luego de que decenas de personas incluidos los dueños de los perros acusaran a Konschak de maltrato animal.
Lo acusan de crueldad animal
"Por favor, sepan que esa mañana nunca fue mi intención dañar a las mascotas de las víctimas", dijo en la corte.
La policía del Departamento de Energía y Protección Ambiental de Connecticut arrestó a Konschak en febrero por cargos que incluyen manipulación de evidencia, falsificación, interferencia con un oficial de la ley y violaciones relacionadas con la caza.
Hasta el momento los defensores de los derechos de los animales están en espera de que las autoridades agreguen cargos de crueldad animal en su contra.
“Simplemente no puedo creer que alguien hiciera esto”, dijo Caviola al News-Times antes de la audiencia. “No podemos quitarnos esas imágenes de la cabeza, cómo alguien podría mirarlos a la cara, dispararles y matarlos y luego tomarlos, desollarlos y decapitarlos”.
Konschak, cuyo abogado calificó la muerte de los perros como un “accidente”, solicitó un programa de libertad condicional, pero un juez rechazó esa solicitud el miércoles.