La propuesta indica que, de acuerdo con algunos estudios, alrededor del 80% de los niños que tienen una disforia de género
La diputada del Partido Acción Nacional (PAN), María Teresa Castell de Oro Palacios, presentará la próxima semana, una iniciativa para reformar la Ley Derechos de niños, niñas y adolescentes, a fin de prohibir expresamente las operaciones de reasignación de sexo, así como tratamientos hormonales para menores de 18 años.
Lo anterior bajo el argumento de que las leyes actuales "son ambiguas" lo que podría dar pie a que haya intervenciones quirúrgicas en infancias transgénero.
También sostiene que una cirugía de cambio de sexo "representa una invasión a su cuerpo, de la cuál aún no tienen capacidad de discernimiento ni es posible que a su corta edad dimensionen las implicaciones futuras", pues no solo traerá un cambio físico, sino psicológico y social para el resto de su vida.
En su exposición de Motivos, Castell de Oro Palacios, puntualiza que la decisión de someterse a operaciones de cambio de sexo es irreversible a diferencia de los tratamientos hormonales, no obstante, éstos traen consigo diversos efectos adversos a corto y largo plazo que van desde dolores de cabeza, aumento de peso, crecimiento acelerado, hipertensión, y mayor riesgo de sufrir osteoporosis.
"Por ello, en otros países del mundo se están tomando cartas en el asunto ante la falta de investigaciones concretas y los resultados negativos de las reacciones secundarias que se genera a los menores, por lo que el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra a limitado los tratamientos hormonales únicamente a cuestiones de pruebas científicas y los gobiernos de Suecia y Finlandia han suspendido su uso", señala el proyecto.
Dichas terapias, asegura la legisladora panista, también pueden generar esterilidad y la interrupción del desarrollo de características sexuales que son correspondientes a su sexo, ya que con el uso de hormonas pueden detener el crecimiento de los senos o de la barba y generar un impacto negativo en su salud a largo plazo.
”Además, también se demostró que, en muchos casos, la disforia de género podía confundir a los adolescentes durante alguna etapa en donde están decidiendo aún muchas cosas acerca de su propia personalidad y que en varias ocasiones podían cambiar de parecer durante la adolescencia, de tal manera que si se hubieran sometido a tratamientos irreversibles podrían estar arrepentidos".
La propuesta indica que, de acuerdo con algunos estudios, alrededor del 80% de los niños que tienen una disforia de género, ya no llegan a experimentar esta sensación al llegar a la pubertad: "Es decir, ya se sienten identificados con su sexo biológico"
La iniciativa señala que desde el año 2011, en nuestro país se incorporó el principio de interés superior de la niñez, elevando a rango constitucional la protección integral de los menores, sin embargo, las normas civiles y de salud contemplan que para cualquier intervención médica "se requiere el consentimiento de los padres", lo que podría abrir la puerta a operaciones para menores de edad.
"La presente iniciativa busca fortalecer el marco jurídico para cubrir los vacíos legales que se están generando por el reconocimiento de derechos de una manera ambigua, sin establecer límites y adecuaciones necesarias para garantizar un efectivo ejercicio de derechos y sobre todo, la protección de las niñas, niños y adolescentes del país".
Agrega que en los últimos años, en México se han dado una serie de modificaciones que apertura el reconocimiento de las infancias transgénero, pero al mismo tiempo podría suponer un riesgo para los 6 mil infantes que se calcula que pertenecen a este sector y los más de 39 millones de menores de 18 años que hay en México.
Por lo tanto, "el Estado mexicano debe proveer leyes que velen por el principio superior de la niñez sin importar la ideología de género que eviten que ningún adulto se aproveche de un menor, lo manipule, lo controle, le imponga o lo induzca a realizar cambios en su cuerpo que pueden cambiar su vida para siempre".
La propuesta, insiste la panista en su iniciativa, se centra en entregar a los infantes el tiempo necesario para que reciban información y orientación y una vez que alcancen su mayoría de edad decidan libremente, "sin riesgos y con datos suficientes si se realizarán algún tipo de procedimiento médico o recibirán tratamientos, pero ya con su mente y cuerpo más desarrollados, para que sean verdaderamente libres de decidir quién quieren ser".
"Los derechos y los deseos de los adultos, o sus preferencias o agendas, jamás deben estar por encima de lo que necesitan los niños para crecer", concluye la iniciativa que será presentada la siguiente semana en la Cámara de Diputados.