El Liverpool le vio las orejas al lobo, pero terminó saliendo ileso. Van Dijk y Salah, pese a estar cuajando un curso irregular en la línea de todo el equipo, siguen siendo dos de sus futbolistas más diferenciales y en el tramo final sacaron del atolladero a los de Klopp (2-0). El partido aplazado permite a los 'red' auparse a la sexta plaza y sigue soñando con alcanzar la zona Champions. Más se complican los Wolves de Lopetegui, que continúan viendo al descenso por el retrovisor.
El equipo del técnico guipuzcoano presentó batalla en Anfield. Partido bronco y trabado que, ante un Liverpool en zozobra constante, le podría haber salido cara. Le faltó más pólvora al Woverhampton, que aunque obligó a Alisson a lucirse en el minuto 4 con un tiro de Moutinho, ya no volvió a tirar a puerta en todo el partido. Bajcetic estuvo omnipresente en los primeros compases y demuestra Klopp que le tiene una confianza enorme al joven gallego. Suyo fue el primer intento 'red', aunque su habitual 'rival' para entrar en el once, Harvey Elliott, era el que llegaba con más facilidad al área rival.
Después de intentos fallidos de Jota y Darwin, que lo tenía todo de cara hasta que apareció Lemina, fue Elliott quien tuvo las dos más claras al borde del descanso. Primero con un testarazo que se perdió y luego con un tiro ajustado que exigió a José Sa. La jugada entre Fabinho, Alexander-Arnold y Darwin había sido excelente.
Sá repelió un remate de Van Dijk al centro de Alexander-Arnold, aunque Jota cazó el rechace y se la puso de nuevo al neerlandés que ya no falló con el meta aún recuperándose de su anterior estirada. Sin verlo venir, José Sá vio como a renglón seguido recogía de nuevo el balón del fondo de su portería. Salah culminó con el muslo una gran cabalgada de Tsimikas y el duelo quedó visto para sentencia.