Las declaraciones de Rodrigo De Paul continúan generando tela para cortar después de que el campeón del mundo haya afirmado que esta era la “mejor selección” de toda la historia. Pedro Pablo Pasculli fue el primer protagonista que salió a responder en representación del plantel coronado en 1986 y ahora fue el turno de Mario Alberto Kempes, goleador del Mundial 1978.
El autor de seis tantos en la cita celebrada en la Argentina, con dos de esos goles anotados en la final contra Países Bajos, evitó mencionar al volante del Atlético de Madrid en un descargo realizado en sus redes sociales. “Después de las declaraciones de un campeón del mundo refiriéndose a que la Selección campeona de Qatar 2022 es la mejor de todos los tiempos...”, comenzó el Matador en alusión a sus recientes dichos. Y continuó: “En este momento sí lo es, pero no se tienen que olvidar que en su momento la del 78 fue campeona, y la mejor. La del 86 en su momento también fue la mejor”.
Luego de haber jugado tres Mundiales (1974, 1978 y 1982), Kempes asumió los pergaminos de su extensa trayectoria en Instituto, Rosario Central, Valencia y River Plate, entre otros equipos, y le mandó una advertencia al mediocampista con pasado en el elenco Che: “Y una cosa más: hay que tener los pies sobre la tierra y respetar a todos aquellos que vestimos la camiseta argentina”.
El quinto máximo goleador de la Albiceleste en Copas del Mundo se sumó a Pasculli, la primera persona que se había alzado contra De Paul este martes, día en que esta frase inauguró un debate impensado: “No creo que sea la mejor Selección de la historia”.
“Hubo selecciones muy buenas. La de 1978 hacía divertir mucho a la gente. Argentina perdió con Arabia Saudita, que es la primera vez que nos gana un partido”, declaró en diálogo con Súper Deportivo Radio, ciclo radial emitido en Radio Villa Trinidad 97.9 de Santa Fe.
Seis victorias y un empate. Ese fue el camino de la Selección que se consagró hace 37 años. Nunca necesitó de la prórroga o los penales para definir una instancia eliminatoria en esa edición, a diferencia de las restantes. En 1978, Argentina necesitó del tiempo extra para vencer al elenco neerlandés, mientras que en tierras asiáticas se definieron dos series a través de los penales. Diferencias en las que se apoya su argumento: “Nosotros, por ejemplo, fuimos campeones del mundo de manera invicta. No perdimos ningún partido. Entiendo lo que dice, pero a lo mejor no vio el resto de las selecciones”.