Graciela Alfano está mostrando lo resiliente que es en este momento de su vida. Hace solo unos meses le diagnosticaron un cáncer de riñón, por lo que debió someterse a una cirugía mayor para extirpar el tumor y el órgano afectado. Al mes, volvió a entrar al quirófano por un problema de tiroides.
En diálogo con Catalina Dlugi para su programa de radio Agarrate Catalina, por la Once Diez, la actriz contó cómo se siente después de esa duro momento.
“Yo siempre digo que la vida te presenta a veces diferentes escenarios que uno no espera, como puede ser por ejemplo, una enfermedad. Yo me cuidé toda la vida, siempre hice dieta, el cuerpo es mi herramienta, hice deportes, ejercicio, yoga, etc. y realmente cuando la vida de marca la cancha, te pone en el escenario que ella quiere. Y hoy me pasa un tsunami por arriba, como si me pasara el Océano Atlántico pero no hay otra posibilidad que afrontarlo”, comenzó diciendo Graciela acerca de su salud.
Acto seguido, reflexionó: “Lo que sí podemos hacer es definir el modo, cómo vamos a atravesar eso que la vida nos presenta. Tuve un tipo de cáncer muy silencioso, porque uno puede tener los parámetros de la sangre muy bien pero se ve en una ecografía. Por eso, quiero destacar lo buena que es la medicina preventiva, ojalá toda la sociedad pueda tener realmente acceso”.
En su caso personal, haberse cuidado durante toda su vida la ayudó a sobrellevar mejor esta enfermedad. “Para mí fue muy inesperado pero el médico me dijo ‘gracias a que estás en el buen estado en que estás en que estás pudimos meterte en un quirófano en una semana y resolver todo esto’. Porque no olvidemos que yo tengo 70 años, soy una señora grande, añosa. Fueron casi 900 gramos que me sacaron entre riñón y el tumor, porque este tipo de cáncer crece de adentro hacia afuera con lo cual tuvieron que sacarme el riñón entero”, destacó.
Luego, agregó: “Fue una cirugía mayor, quedé con una anemia importante, había que levantarme de ese lugar, y una vez que estuve más o menos recuperada, el médico se tomó otro mes más por precaución porque lo que puede ser grave en estos casos son las infecciones. Entonces para volver a meterme en el quirófano por un problema de tiroides los especialistas tenían que estar seguros. Esta segunda operación fue por medio de la encía, ya no se corta más como antes. La cirugía fue muy precisa porque yo la tenía sobre el nódulo vocal, si hubiera salido mal yo hoy estaría muda”.
Para atravesar este proceso, Graciela se refugió en sus hijos y en sus amigos. “En ese momento, mis hijos entraban después de la cirugía y tenían una cara de susto tremenda. Entonces, si bien yo estaba débil y con algunas incapacidades, me puse a apoyarlos yo a ellos, y eso de poder hacer algo por el otro me dio una energía y una fortaleza, porque pude salir de la cosa egoísta”, reconoció.
En cuanto al breve romance que tuvo con su expareja y padre de sus hijos, Quique Capozzolo, la actriz confesó que se sintió desilusionada y enojada. “Después volvimos a hablar y en lo que coincidimos los dos es en que queremos estar unidos para nuestros hijos. La verdad que yo un poco de ilusión tenía, si tengo que decir la verdad. Y fue un balde de agua fría el que me tiró. Pero bueno, seguimos hablando y está todo bien. Ahora lo estoy diciendo como jocosa, pero también yo me enojé un poco con él. Yo le dije ‘para tus setenta y pico de años qué movedizo que estás’”, reveló.
Y después, Graciela agregó contundente: “Darle segundas oportunidades a algunas personas es como tirar margaritas a los chanchos”.
Sin embargo, este hecho con su exmarido no empaña lo feliz que se siente hoy de haberse recuperado de la enfermedad. “A la gente que me quiere y está preocupada, le digo que me hice mis primeros controles y estoy perfectamente limpia”.