El coordinador de Morena en el Senado destacó que muchos ciudadanos no denuncian estas situaciones y delitos como la extorsión por temor
El coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, reconoció que el crimen organizado “lamentablemente también están imponiendo autoridades municipales, distritales. No hay que ocultarlo, el crimen organizado quiere también intervenir en nuestros procesos comiciales y no debemos permitirlo; lo saben ustedes, en los pueblos, en las provincias”.
Destacó que muchos ciudadanos no denuncian estas situaciones y delitos como la extorsión por temor, porque no quieren que el denunciado, después de un arreglo con el ministerio público y una exculpación del juez, pague las consecuencias.
Al participar en el Foro “Iniciativa de Ley contra el Delito de Extorsión” en Morelia, Michoacán, subrayó que ese es el gran problema de la justicia. Hay una justicia con déficit de confianza. No solo es en el estado de Michoacán, y no solo es con jueces locales, es el país; el déficit de justicia es enorme.
Afirmó que el Poder Judicial Federal requiere reformas profundas, porque la delincuencia organizada ha avanzado en terrenos como la extorsión, el cobro de piso y de cuotas a los productores agrícolas y ganaderos, pero sobre todo en la imposición de funcionarios municipales, lo que no se denuncia por temor.
Señaló que es algo que no se puede, ni debe callar, así como felicitó al Congreso y al ejecutivo michoacanos por la reciente reforma aprobada, la que, señaló, crea esperanzas para que las cosas mejoren.
Explicó que corresponde a los legisladores actualizar las leyes y recordó que 9 de cada 10 extorsiones no son denunciadas por temor.
Planteó actualizar la tipificación de la extorsión y expuso que en los medios electrónicos que antes no se contemplaba, equipararlo incluso a delitos como el secuestro, actualizarlo en razón de las nuevas modalidades, el que sea delito de oficio y no por querella, todas esas son innovaciones.
Señaló que es un grave problema que Morelia está enfrentando al actualizar el delito de extorsión, al incluir las ramificaciones digitales, el que se persiga de oficio y no por denuncia, entre otros cambios.