El avance de la IA también trae consigo el engaño, algo inherente en el ser humano. El caso de Jos Avery es un ejemplo claro de ello. Con más de 30K seguidores en Instagram, se había hecho un nombre en la fotografía por sus espectaculares retratos. Resulta que todos eran generados por una IA.
El supuesto profesional de la fotografía se había hecho popular engañando a su audiencia y haciéndoles creer que sus espectaculares retratos eran genuinos, de hecho, incluso describía el equipo de cámara que usaba (una Nikon D810 con lente de 24-70 mm).Me propuse engañar a la gente diciendo: “¿Las personas que usan maquillaje en las fotos revelan eso? ¿Qué pasa con la cirugía estética? Cada fotografía de moda comercial tiene una gran dosis de Photoshop, incluido el reemplazo del cuerpo de una celebridad en las portadas de las revistas.
Lo cierto es que, durante meses, cada imagen que subía a la red social era aplaudida por sus seguidores, quienes dejaban todo tipo de alabanzas en los mensajes, que el propio Avery respondía sin hacer alusión a la realidad del origen de las mismas.
Es más, el hombre también engañaba a través de sus hashtags, donde añadía algunos como #fotografíaenblancoynegro, #retrato, #fotografíaderetrato. Sea como fuere y tras meses de engaño, ahora ha confesado en Ars Technica:
Probablemente más del 95% de los seguidores no se dan cuenta. Me gustaría sincerarme. Honestamente, estoy en conflicto. Mi objetivo original era engañar a la gente para mostrar la IA y luego escribir un artículo al respecto. Pero ahora se ha convertido en una salida artística. Mis puntos de vista han cambiado. Mis casi 180 ha generado la friolera de 14 000 imágenes de Midjourney. Estoy generando aproximadamente 85 imágenes para obtener una imagen utilizable y cancelando probablemente al menos esa cantidad de inicios fallidos.