Ben Sulayem construyó en muy poco tiempo la reputación de un funcionario descuidado.
Parece que dejar la FIA en manos de Mohammed Ben Sulayem fue un acto tan sutil como dejar a un chivo de encargado en una cristalería, porque en menos de 15 meses el presidente de la Federación Internacional del Automóvil ha logrado enemistarse con la Fórmula 1 y Liberty Media, al grado de que ya 'prefirieron' que no trate con la Máxima Categoría.
Ben Sulayem construyó en muy poco tiempo la reputación de un funcionario descuidado, con facilidad para emitir opiniones a la ligera, comentarios fuera de lugar y empujar reformas que se acercan más a actos de represión que a apertura.
Sí, no han pasado ni 15 meses desde que fue electo presidente de la Federación Internacional del Automóvil y ya logró generar suficiente ruido y polémica como para que sea mejor que no se le acerque a la Fórmula 1, al menos por un tiempo.
Este ex piloto de rallies emiratí de 61 años que fue electo el 17 de diciembre de 2021 para suceder en la silla máxima de la FIA a Jean Todt, ha creado el primer gran desacuerdo entre la organización normativa del deporte motor y los dueños de la Fórmula 1, tal vez desde el sisma entre Jean Marie Balestre y Bernie Ecclestone, que dio como resultado el famoso "Tratado de la Concordia".