Este misil cayó en aguas de zonas exclusivas de Japón
Corea del Norte lanzó un misil balístico intercontinental (ICBM) que cayó aguas de la zona económica exclusiva japonesa, lo que envía un contundente mensaje en vísperas de que Seúl y Washington inicien maniobras militares conjuntas a partir de marzo.
El lanzamiento llega después de que Pionyang, que en 2022 realizó un número récord de pruebas de misiles, haya estado más de mes y medio sin realizar un solo test de armas, un lapso sin actividad norcoreana en este terreno que hacía tiempo que no se veía en la península.
Su último test databa del 1 de enero, cuando apenas transcurridas tres horas del nuevo año, disparó un proyectil de corto alcance con un lanzacohetes múltiple de gran tamaño.
Pero ya en la víspera Corea del Norte lanzó el primer mensaje tajante desde el mencionado ensayo, amenazando con una respuesta "sin precedentes" a las maniobras militares anuales de primavera, llamadas "Freedom shield", que han comenzado a ultimar para marzo el Sur y EU, que además la semana próxima realizarán un ejercicio teórico que simula un ataque nuclear del régimen.
El régimen parece haber enviado una seria advertencia con carácter preventivo al lanzar un ICBM que ha mostrado capacidad potencial para alcanzar todo el territorio estadounidense.
La agencia estatal KCNA aseguró que el último lanzamiento fue un Hwasong-15 disparado como parte de una maniobra sorpresa. Analistas y Gobiernos tratan de establecer si lo disparado es un nuevo tipo de misil como el que el régimen hizo desfilar por primera vez hace 10 días durante el 75 aniversario de su ejército.
Lo mostrado en aquel desfile parece ser un nuevo ICBM de combustible sólido, un tipo de misil más eficiente (el combustible sólido hace más segura la carga y el almacenamiento y facilita el despliegue del proyectil) que Corea del Norte se propuso desarrollar tras aprobar un plan de modernización armamentístico en 2021.