¿Qué puede salir mal dejando a 20 niños solos en una casa? Esta es más o menos la premisa de la que partió un curioso experimento en el Reino Unido. Colocaron a 10 niños y 10 niñas en casas separadas para que se cuidaran a sí mismos, sin la supervisión de un adulto.
El experimento, titulado Boys and Girls Alone de Channel 4, contaba con niños 11 y 12 años que recibían comida, dinero, juguetes y equipos de limpieza. Luego se les dejaba solos con la condición de que se intervendría si hubiera problemas de seguridad.
¿Qué ocurrió? A grandes rasgos, que se dio una gran diferencia entre cómo se comportaban los niños y las niñas. Mientras las chicas cocinaban, limpiaban y organizaban un desfile de moda para entretenerse, los chicos se pusieron a destrozar la casa de inmediato y a escribir en las paredes.
Tras unos días, el programa separó a los niños en dos grupos, durmiendo en dos habitaciones diferentes. ¿Qué pasó? Que ambos grupos intentarían enemistarse entre sí. Un grupo decidió mantener despierto al otro grupo después de que decidieran acostarse temprano, tratando constantemente de entrar en la habitación y hacer ruidos.
De hecho, hubo una discusión entre los chicos después de que una de las camisetas de uno fuera pintada y cubierta con crema de afeitar. Dicho esto, más allá de algunas discusiones menores y molestias, ninguno resultó herido.
En cuanto a las chicas, su primer momento de tensión llegó cuando el gato de un vecino entró en la casa y todas intentaron cuidarlo, y aunque todas las chicas rodaron las camas y durmieron en la misma habitación, e incluso cocinaban juntas durante el día, terminaron acosándose levemente entre sí, y dos de las chicas decidieron irse de la casa antes de que terminara el experimento.
Como concluye el programa-experimento, aunque interesante, los resultados no se pueden extrapolar al mundo real debido a la presencia de cámaras y la naturaleza misma del experimento.