Un monoplaza que mantiene su estética tradicional, sin sorpresas, en la que el rojo predomina y resalta respecto al resto de componentes.
No fue una presentación al uso la de Ferrari, que reunió en Maranello (Emilia-Romaña, norte), en el circuito de Fiorano, a un centenar de aficionados de la escudería italiana para presenciar el estreno del nuevo coche.
Un monoplaza que mantiene su estética tradicional, sin sorpresas, en la que el rojo predomina y resalta respecto al resto de componentes.
"Es muy bonito, más que el del año pasado. Y ya pensé que era imposible ser más bonito. Ahora vamos a empezar con las pequeñas cosas: los frenos, las longitudes... Las primeras impresiones", dijo Sainz sobre el nuevo auto.
"Es único estar aquí. Es increíble tener este escenario en Maranello con toda la historia que tiene, Ferrari es el único equipo con este ambiente", añadió el piloto madrileño.