Adolescentes entre 12 y 13 años reiniciaron el ciclo escolar con suspensión por presentar cuadros de depresión, agresión y adicciones, indicó Santos Guerrero García, responsable del Módulo del Adolescente.
Manifestó que a cinco días del inicio de clases, han otorgado 21 terapias a jóvenes que coinciden en no tener un proyecto de vida que los haga crear ilusiones.
Precisó que el año pasado atendieron mil 500 sesiones de jóvenes con problemas similares de agresividad y depresión, pero empezando el año se ha topado con casos severos de depresión donde hay riesgo de vida porque piensan en el suicidio.
La especialista destacó que mientras los jóvenes no razonen que deben pensar en un proyecto de vida, como estudiar hasta el mayor grado que puedan y luego dedicarse a una actividad que les guste, va a surgir la frustración y las ideas suicidas.
"Cuando un joven no tiene un proyecto de vida y, sobre todo, cuando piensan en suicidarse es porque cayeron en la desesperanza, en cambio, cuando hay un proyecto de vida, siempre hay una esperanza", externó.
Comentó que en muchos de los casos se centran en cuestiones materiales, tal vez por tanta publicidad que les rodea, y se vuelven egocéntricos y narcisistas.
Puntualizó que pueden tener mucho amor de la familia, atención, un techo y alimento, pero ellos sólo piensan en lo que no les han comprado o no tienen, lo que impide que disfruten de lo real.
Es cuando hay frustración equivocada, aseveró, dado que una cosa material no sustituye un sentimiento, es por ello, que en las pláticas de orientación en secundaria y preparatoria insisten en la formación de un proyecto de vida a través de una dinámica que los impulse a pensar en su futuro.