A lo largo de la campaña de 1987, Williams fue determinante para llegar al partido por el campeonato
Jalen Hurts y Patrick Mahomes serán la primera mancuerna de quarterbacks afroestadounidenses que inician como titulares en un Super Bowl.
Probablemente, alguno gane el premio al Jugador Más Valioso del partido (en 56 Super Bowl, los pasadores han ganado ese premio 31 veces). Si sucede así, será apenas la segunda ocasión en que un quarterback afroestadounidense reciba ese reconocimiento. ¿Quién fue el primero? Quien colocó la piedra angular fue Doug Williams, MVP del duelo por el campeonato en 1988, con los Redskins de Washington.
Cuando llegó a la NFL con los Buccaneers de Tampa Bay, sufrió dos derrotas terribles ante los Cowboys en 1982 y 1983 en las que salió física y mentalmente apaleado. Meses después su esposa murió. Buscó otro equipo y recaló en los Redskins. A lo largo de la campaña de 1987, Williams fue determinante para llegar al partido por el campeonato, pero en el primer cuarto contra Broncos, sufrió una distensión de ligamentos. Salió un par de series, momento que Denver aprovechó para irse arriba por 10 puntos. Williams, acosado por el dolor, regresó al campo y en un lapso de cinco minutos del segundo periodo descargó cuatro pases de touchdown, para amasar la victoria.
Williams había ganado el premio al MVP, Joe Jacoby, el gigantesco tacle de Washington, se le acercó y le dijo; “Doug Williams, ya seas negro, amarillo, guinda, no importa, eres un gran quarterback”.