La actriz, modelo y activista de 55 años, por fin ha retomado las riendas de su historia y ha dejado las cosas claras.
La vida de Pamela Anderson no parece la típica historia de cuento de hadas, ni mucho menos. Pero como romántica empedernida que es, sigue creyendo en el amor, y como la narradora empedernida que es ('soy finlandesa, lo llevo en la sangre'), Anderson no puede evitar convertir la paja en oro, especialmente al reflexionar sobre los altibajos de su vida.
A sus 55 años, la actriz, modelo y activista Pamela Anderson se prepara para el estreno de su documental en Netflix, Pamela, una historia de amor y para lanzar sus memorias, Con Amor, Pamela, que saldrá a la venta el 31 de enero. Ambos relatan el ascenso de Anderson desde que era una niña en un pueblo en Canadá hasta que se convirtió en un símbolo sexual en Hollywood en los 90, pasando por convertirse en una pin-up de Playboy, encarnar el sueño californiano en Baywatch y luchar contra los peligros de la fama, incluido, sí, ese famoso vídeo sexual que le fue robado.
Narrativa. Pamela Anderson con una grabadora de VHS en los 90. ‘Como estoy en el ojo público y la gente tiene acceso a tantos momentos privados de mi vida, lo mejor que puedo hacer es redoblar los esfuerzos y contar mi historia desde el primer momento. No intento imponer una narrativa. No intento cambiar la perspectiva de nadie. No intento cambiar la idea que nadie tiene sobre mí. Es sólo la historia de una vida’, afirma. En el documental, Pamela Anderson se sincera con una serie de entrevistas recientes, grabaciones nunca vistas en décadas y anotaciones de su diario leídas en voz alta. ‘Abrí mis archivos, les di las llaves de la caja fuerte con todos mis diarios y les dije: ‘Adelante’’, explica sobre esta nueva etapa.
Impensable. Anderson abre las cortinas de su dolorosa infancia (incluidos los traumas a los que sobrevivió siendo una niña), su turbulenta vida amorosa, su maternidad (comparte dos hijos, Brandon Thomas y Dylan Jagger, con su ex marido Tommy Lee) y la reconstrucción de su vida y su carrera junto a las consecuencias de una impensable invasión a su intimidad. También se sincera sobre el sexismo y la misoginia a los que se enfrentó a raíz del vídeo sexual, incluidas las entrevistas en las que los periodistas, en su mayoría hombres, la reducían a menudo a dos temas ‘novios y tetas’. Sin embargo, al tiempo que repasa muchos de los momentos más duros de su vida, Pamela Anderson ofrece una mirada a un presente mucho más apacible. Vive con sus padres en la misma propiedad de la isla de Vancouver donde se crió y, como ‘eterna ama de casa’ (como se autoproclama) afirma que le encanta cocinar, hornear y pasar tiempo con sus perros en la playa. Pamela Anderson: Bueno, sentí que mi libro era una especie de carta de amor al mundo, y siempre escribo ‘Love, Pamela’ para firmar todo, por eso se pensó en ese título.