Doris Meissner, comisionada de migración en el gobierno de Bill Clinton, dijo que las negociaciones cambiarían “las reglas del juego”. Añadió que “estamos en una nueva era y en un nuevo territorio”.
El gobierno de Estados Unidos estaría negociando con el de Andrés Manuel López Obrador un acuerdo que permitiría a la administración de Joe Biden realizar deportaciones masivas a México de solicitantes de asilo no mexicanos, informa el diario The Washington Post, con base en información de cuatro funcionarios y exfuncionarios estadounidenses.
Doris Meissner, comisionada de migración en el gobierno de Bill Clinton, dijo que las negociaciones cambiarían “las reglas del juego”. Añadió que “estamos en una nueva era y en un nuevo territorio”.
Las fuentes aclararon que aún no hay un acuerdo definitivo, pero que el plan que se está discutiendo reforzará las medidas que el Departamento de Seguridad Nacional se prepara para anunciar la próxima semana para penalizar las solicitudes de asilo de quienes cruzan ilegalmente a los Estados Unidos o no solicitan protección en las naciones por las que transitan en el camino a la frontera estadounidense.
La información se da a conocer en momentos en que la administración de Joe Biden se prepara para poner fin al Título 42, que permite la expulsión de migrantes de forma inmediata, bajo el argumento de que hay una emergencia sanitaria -Covid-19-. Dado que esa emergencia llega a su fin en mayo próximo, ya no existe tal argumento.
Biden implementará nuevo plan migratorio antes del 2024
Según el Post, la administración Biden pretende implementar este nuevo plan antes de las elecciones presidenciales de 2024.
El plan crearía una “presunción en contra de la elegibilidad de asilo” y, siempre de acuerdo con el Post, el programa sería mucho más grande que el “Quédate en México” que implementó la administración de Donald Trump.
Un funcionario de la administración Biden dijo al Post que las deportaciones masivas se limitarían a ciudadanos provenientes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, pues el gobierno de Estados Unidos no puede devolverlos a sus países de origen.