¡Traz, traz, traz! Es el sonido de los cascos de niños que entrenan el futbol americano en Cuemanco, Ciudad de México. Golpes constantes, directos a la cabeza. Ellos los ven como un juego, pero especialistas médicos alertan sobre los riesgos que enfrentan quienes desde muy temprana edad practican deportes de contacto, sobre todo, donde hay impactos en la testa.
En México, la práctica del futbol americano por niños con contactos en la cabeza puede provocarles consecuencias al desarrollo de su cerebro Según el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, el cerebro humano alcanza su mayor tamaño entre los 11 y 14 años de edad, sin embargo, su madurez llega entre los 25 y 30 años de edad.
Entonces: ¿Qué repercusiones puede tener en los pequeños el jugar este tipo de deportes?
“Pueden existir varios contextos en cuanto al traumatismo craneoencefálico: uno puede ser lesiones de manera continua al utilizar la cabeza sin producir de manera inmediata una alteración clínica o el segundo que son las más frecuentes, las conmociones, que son lesiones habituales en niños y jóvenes, y sus síntomas rara vez se informan o se diagnostican. Pueden producir dolores de cabeza, problemas de atención, problemas de memoria, problemas de adquisición de aprendizaje e incluso alteración del juicio”, describe la neuróloga pediatra, Claudia Flores en entrevista.