El fenómeno ha sido puesto en acción en otros formatos televisivos, cinematográficos e incluso del mundo de los videojuegos.
“The Last of Us” fue estrenada en enero con mucha expectativa de parte de quienes, en algún momento, fueron usuarios de videojuegos. La serie protagonizada por Pedro Pascal y Emma Ramsey, en los papeles de Joel y Ellie, ha sido bien recibida en general, tanto por los usuarios de HBO Max como por la crítica especializada.
Pero a pesar de que los dos primeros capítulos fueron bien recibidos por la audiencia, incluso llegando a ser puntuados con altísimas calificaciones en plataformas muy visitadas y de referencia como Metacritic e IMDb, el tercero ha sido la excepción, puesto que las opiniones distan mucho de ser “buenas” o de aprobación.
El capítulo titulado “Mucho, mucho tiempo” tuvo de protagonista la historia de amor entre Bill y Frank, dos personajes que también salen en el videojuego. Mientras que en este último, uno de los dos ya ha muerto y el otro lo recuerda con cierta nostalgia, tratando de ocultar el sentimiento frente a Joel; en la serie permanecen juntos por varios años, dando lugar a un romance que pareciera haber incomodado a gran parte de los espectadores.
Es así como “The Last of Us” ha sido otro producto televisivo que ha sido afectado por el “review bombing”: la práctica que se traduce en calificar negativamente un formato audiovisual, por aspectos que nada tienen que ver con lo técnico, sino más bien de tinte sociopolítico.
El “review bombing” también se entiende como un acto que intenta alterar la percepción que tienen los potenciales espectadores de series, películas y videojuegos. Mientras que la producción de HBO Max está siendo criticada favorablemente por un sector amplio de la sociedad mundial, existe otra facción que rechaza totalmente la historia romántica entre dos hombres. Algunos de los comentarios “críticos” que se pueden leer en las plataformas antes mencionadas son: "Capítulo asqueroso de inclusión forzada", “¿Por qué no enseñar a una pareja heterosexual?", "Basta de agenda LGTB", "Basta ya de propaganda y cultura woke idiota", "Incómodo de ver" y "Solo es adoctrinamiento homosexual, un transtorno mental que nos quieren hacer ver cómo normal”.