Nuevas imágenes de la actriz Marilyn Monroe rodando la mítica escena del liviano vestido blanco levantado por el viento, de la película de 1955 The Seven Year Itch (La comezón del séptimo año, en América latina), han visto la luz después de más de 60 años escondidas, informó hoy The New York Times.
La cinta fue grabada por Jules Schulback, un ciudadano de origen alemán establecido en Nueva York aficionado a captar imágenes de la vida diaria de su familia, y que se acercó en la noche del 15 de septiembre de 1954 al lugar en el que se grabó la famosa secuencia, una de las más conocidas en la historia del cine.
Schulback, que había oído que Monroe iba a estar en el barrio neoyorquino de Upper East para rodar una escena de La comezón del séptimo año, cogió su cámara Bolex de 16 milímetros y se dirigió a la zona, adonde se habían acercado un gran número de curiosos para ver a la famosa intérprete en acción.
En las imágenes del videoaficionado se puede ver a Monroe mientras espera a que dé comienzo la grabación, sonriendo sobre la rejilla de ventilación del metro con el sensual vestido blanco, un bolso del mismo color en una mano y un pañuelo a rayas blancas y rojas en la otra.
La cinta de Schulback ofrece otra perspectiva de la memorable y sensual escena, de la que sin embargo sólo se utilizaron pocos segundos, aunque se desconoce si por petición de Monroe, casada por aquel entonces con el celoso beisbolista Joe DiMaggio, o por decisión del director de la cinta, Billy Wilder.
Además, esos escasos segundos que se pueden ver en La comezón del séptimo año pertenecen a un rodaje que tuvo lugar en los estudios de la productora Fox, y se especula que la presencia de Monroe en las calles de Nueva York tenía el único objetivo de promocionar la película.
Con los años, la cinta del alemán quedó enterrada bajo las decenas de carretes que iba acumulando con las imágenes de sus hijas y de su esposa, y fue descubierta por su nieta, Bonnie Siegler, cuando ayudó a su abuelo a mudarse de apartamento en 2004.
"La historia de Marylin de aquella noche siempre fue una de las que más contaba", explica otra de sus nietas, Rayna Dineen, que afirma que su abuelo le habló de esa anécdota con Monroe a infinidad de amigos y conocidos.
Sin embargo, su familia no supo distinguir muy bien si aquel relato se correspondía a un momento real o si era más bien fruto de la imaginación de Schulback hasta que dieron con la vieja y olvidada cinta, en la que aparece la intérprete durante 3 minutos y 17 segundos.
Pese a saber de su existencia desde hace más de una década, Siegler únicamente mostró las imágenes de su abuelo, ya fallecido, a un sorprendido selecto grupo de amigos poco después de dar con ella.
No fue sino hasta ahora cuando Siegler concedió una entrevista a The New York Times, que se volvieron a exponer las imágenes, que pueden verse en su página web.