El anuncio no puede ser más vaporoso, pero ya era hora de que alguien se pusiera de acuerdo
Este mes de febrero de 2023 se cumplen nada menos que diez años del lanzamiento de Google Glass, aquellas gafas de realidad aumentada cuyo mayor mérito fue acuñar el término “glasshole”. Una década después, seguimos sin ver unas gafas de realidad aumentada decentes, así que tres de las mayores compañías de tecnología del mundo se han unido para intentar resolverlo.
Esas tres compañías son Samsung, Google y Qualcomm. La coreana aprovechó el evento Galaxy Unpacked de ayer no solo para presentar su nueva familia de móviles Galaxy S23, sino para sacar al estrado a cristiano Amon, CEO de Qualcomm, al jefe de Android y vicepresidente de Google, Hiroshi Lockheimer, y a TM Roh, presidente de Experiencias móviles en Samsung. El trío habló brevemente de sus planes para una nueva plataforma de Realidad Extendida o XR.
El término busca aunar un poco el batiburrillo de siglas que hay ahora mismo en relación a tecnologías de gafas inteligentes. Por un lado, tenemos la realidad virtual pura al estilo Oculus Quest. Por otro lado, está la realidad aumentada a la que trataban de llegar las gafas de Google, que es añadir capas de información digital a la realidad. Finalmente está la realidad mixta, que viene a ser como la aumentada, pero más orientada a interactuar con modelos tridimensionales que se combinan con lo que ves en el mundo real.
No es difícil saber qué parte de esta plataforma hará cada uno. Qualcomm será el encargado de crear un chip específico para la realidad extendida. Google (y más concretamente Android) se encargará de desarrollar la plataforma de software sobre la que se muevan todos los contenidos y experiencias. Finalmente, Samsung será la compañía que cree el dispositivo que lleve ese chip y esa versión de Android, presumiblemente unas gafas de algún tipo.
Por supuesto, ni han presentado prototipo ni lo van a presentar en bastante tiempo. El anuncio probablemente busca dar la réplica a cualquier posible visor de realidad aumentada que Apple esté desarrollando. La cuestión es que probablemente Apple está esperando también a ver qué hace la competencia para mejorarlo. En este gran juego de la espera es difícil saber quién será el que primero dé en el clavo de lo que quiere el público. Lo único cierto es que para asentar una tecnología se necesita que las compañías colaboren y empujen todas en la misma dirección. En ese sentido el acuerdo presentado ayer es una buena noticia. Desde luego no será porque ninguna de las tres (Samsung, Google y Qualcomm) no lo haya intentado por separado con muy pobres resultados.