Domínguez no ha sido el único.
El escándalo se desató. Julio César “Cata” Domínguez, jugador de Cruz Azul, hizo una fiesta de cumpleaños para su hijo con temática de apología al narcotráfico. En las imágenes difundidas, los niños de la celebración aparecieron disfrazados de sicarios, con armas largas de juguetes y gorras alusivas al criminal Joaquín “El Chapo” Guzmán. Repudio, indignación y polémica en propios y extraños.
Surgió la duda: ¿Por qué los deportistas mexicanos admiran a los narcotraficantes? Domínguez no ha sido el único.
Personajes como el mítico boxeador Julio César Chávez, el beisbolista Roberto Osuna y, recientemente, los cruzazulinos “Cata” Domínguez y Norma Palafox han sido sólo algunos de los deportistas mexicanos de alto nivel que han estado envueltos en polémicas relacionadas a presuntos narcotraficantes en nuestro país.
Pero, ¿A qué se debe esta situación? Para el sociólogo y doctor en Estudios Latinoamericanos, José Miguel Candia es algo que viene arraigado desde la falta de un “héroe moderno” en nuestra sociedad, hasta la exaltación de estas figuras en nuestra cultura que normalizan sus actividades.