El serbio volvió a demostrar que es uno de los más grandes de la historia del deporte blanco.
Perder duele, pero ante los mejores puede ser una lección para el futuro. El tenista griego Stefanos Tsitsipas se rindió ante Novak Djokovic al término de la final del Australian Open, donde el serbio volvió a demostrar que es uno de los más grandes de la historia del deporte blanco.
Pese al descalabro en la Rod Laver Arena, el helénico tuvo la osadía de admitir la grandeza de “Nole”, quien junto a Rafa Nadal alcanzó 22 títulos de Grand Slam y de paso recuperó el número uno del ranking mundial de la ATP.
“Es el mejor que haya sostenido una raqueta de tenis, uno de los más grandes de nuestro deporte”, manifestó el griego, quien había llegado a su primera final del Abierto de Australia pero tuvo el inconveniente de enfrentarse al tenista que más veces ha conquistado este primer Grand Slam de la temporada.