Por fin te hiciste el tatuaje o perforación que tanto querías y estás listo para presumir con el resto del mundo, esas nuevas expresiones corporales.
Pero antes de que salgas a la calle a lucir, es esencial que sepas cómo cuidar de lo que esencialmente son heridas en el cuerpo, pues ambas modificaciones corporales implican una lesión dado que son procedimientos médicos porque penetran la piel.
El cuidado posterior a un tatuaje o perforación es importante porque cada vez que la piel se abre se vuelve vulnerable a infecciones y cicatrices. Tener un buen cuidado posterior puede ayudar a prevenir complicaciones y asegurar que tanto la perforación como el tatuaje sanen de forma correcta.
La primera forma de prevenir que tanto tu tatuaje como perforación sanen bien es asegurarte de que el lugar donde te realicen los procedimientos tenga las regulaciones sanitarias adecuadas y que las personas que laboran sean profesionales.
¿Cómo cuidar un tatuaje o perforación?
Lo deseable es que el estudio de modificaciones corporales te brinde una guía de cuidados posteriores del tatuaje o perforación. En caso de que no te la hayan dado, aquí te explicamos cómo cuidarte.
Tatuaje
El tatuador debería aplicar una delgada capa de un bálsamo antibiótico sobre el tatuaje y cubrirlo con una cubierta de plástico para prevenir que las bacterias entren en tu piel abierta y te causen una infección. Mantén el plástico el tiempo que te indique el tatuador, que normalmente son un par de horas.
Después de retirar la cubierta, lava tus manos con agua y con jabón y después procede a lavar el tatuaje con agua tibia y jabón neutro o sin fragancia y finalmente seca el área con un paño suave y limpio.
Posteriormente aplica una delgada capa de crema hidratante sobre el tatuaje. No vuelvas a cubrir la piel y deja que tu piel respire. Esto debes hacerlo dos veces al día en las primeras semanas.
Lo que sigue es dejar que el tatuaje sane y para ayudar a que esto suceda de la mejor forma posible, sigue estas indicaciones:
- lleva ropa que te proteja del sol siempre que salgas al exterior
- no dejes que te dé el sol directo al tatuaje
- llama a tu médico si experimentas algún síntoma de infección u otros problemas
- no uses protector solar en el tatuaje hasta que esté completamente curado
- no te rasques
- no lleves ropa ajustada sobre el tatuaje
- no puedes nadar o ir a la playa
- no te bañes con agua caliente porque esto podría hacer que el color de tu tatuaje disminuya
Perforaciones
La piel alrededor de un piercing nuevo puede estar hinchada, roja y sensible durante unos días. También puede sangrar ligeramente. Si la hinchazón, el enrojecimiento y el sangrado duran más de unos días, visita a tu médico.
Sigue estas instrucciones para prevenir infecciones y acelerar la cicatrización:
- Limpia los piercings orales con enjuague bucal: Si te has hecho un piercing en la lengua, el labio o la mejilla, enjuágate con enjuague bucal sin alcohol después de cada comida y antes de acostarte.
- Si tienes una perforación oral, compra un cepillo de dientes nuevo de cerdas suaves para lavarte la boca sin introducir bacterias. Una vez cicatrizada la zona, quítate el piercing por la noche y cepíllatelo para eliminar la placa. Considera la posibilidad de quitártelo también cuando comas o realices actividades extenuantes.
- Para las perforaciones en la piel, limpia la zona dos veces al día con agua y jabón y siempre asegúrate de lavarte las manos antes de limpiarte el piercing.
- Evita las albercas, los jacuzzis, ríos, lagos y el mar mientras cicatriza el piercing
- No toques un piercing nuevo ni retuerzas las joyas a menos que las estés limpiando.
- Mantén la ropa alejada del piercing. El roce o la fricción excesivos pueden irritar la piel y retrasar la cicatrización.
- Mantén el piercing en su sitio. La mayoría de los piercings se curan en unas seis semanas, pero algunos pueden tardar varios meses o más. Para conservar el piercing, no te lo quites durante ese tiempo, ni siquiera por la noche, para evitar que el agujero se cierre.