Se volverán a encender en un estadio que avanza en su obra mastodóntica para uno de esos partidos distintivos del año.
Con el atractivo de una eliminatoria a partido único, el peligro de despedirse de dos competiciones en enero para el Real Madrid o perder la posibilidad de pelear por título alguno en la temporada del Atlético de Madrid, se presenta el gran derbi madrileño en el regreso del fútbol al estadio Santiago Bernabéu tras 77 días de focos apagados.
Se volverán a encender en un estadio que avanza en su obra mastodóntica para uno de esos partidos distintivos del año. Un derbi siempre especial que adquiere mayor trascendencia al dejar un vencedor y un derrotado en una Copa del Rey del que ninguno quiere despedirse.
Nunca considerado como título de importancia en la casa blanca pero por el que quieren luchar en el presente, como demostraron remontando dos tantos en La Cerámica cuando se les daba por muertos. De mayor trascendencia para un Atlético de Madrid que se despidió mucho antes de lo esperado de la pelea por LaLiga y la Champions League. Todo a una carta en casa del gran enemigo.