En un programa de televisión en España un sujeto señaló que Alves le enviaba mensajes a la mamá de su hija.
La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha considerado que el caso del futbolista Dani Alves, en prisión preventiva por presunta violación, "demuestra que la impunidad con la que han actuado durante mucho tiempo algunos personajes públicos, gente con poder, se ha acabado". Pero lo cierto es que el caso del brasileño tiene otra dura denuncia.
Preguntada por el caso durante la rueda de prensa posterior al Consell Executiu de la Generalitat, Plaja ha puesto de relieve el "valor" y la valentía de la víctima a la hora de denunciar el caso, y ha sostenido que "el miedo está cambiando de bando".
"El mensaje es muy claro, sea quien sea el presunto agresor sexual, la violencia sexual no queda impune. Y esto es posible porque hay leyes, hay protocolos, que protegen a las víctimas, y porque en este caso concreto la discoteca donde sucedieron los hechos aplicó de forma adecuada y sin dudar el protocolo contra el acoso y las agresiones sexuales en espacios de ocios", ha destacado la portavoz.
El caso de Alves no es solo ese y se han destapado otra serie de denuncias, que no se han hecho oficiales, pero sí públicas.
En el programa de televisión en España 'Sálvame' se tocó otro caso que atañe al jugador, que hoy está en la cárcel.
Pipi Estrada, uno de los colaboradores del programa, señaló que Alves le enviaba mensajes a la mamá de su hija, aprovechándose de que eran buenos amigos.
"Yo era muy amigo de Dani Alves hasta que un día descubrí que enviaba mensajes a la madre mi hija, durante la época de 'Mujeres y hombres y viceversa'", contó.
Y agregó: "Era todo muy inocente, tipo insinuaciones, se le insinuaba... Una de las cosas que me llamó mucho la atención es que le dijo cosas como 'hablamos cuando podamos hablar' y le enviaba besitos rosas a Miriam. Lo de los besitos rosas nunca lo entendí", señaló el colaborador.
Alves siempre le negó que los mensajes existieron, aunque el colaborador sabía que le decía mentiras.
"Sí. Me decía: 'Papi, eso no lo he hecho, alguien habrá utilizado mi teléfono. Papi, yo no te he hecho eso'. Me lo negó todo, pero yo lo vi. En esta historia también lo ha negado. Se ha metido en un marrón importante", sentenció Estrada.