En esta ocasión las festividades se dedicaron al conejo de agua
Este domingo, el Barrio Chino de la Ciudad de México lució a reventar durante el último día de los festejos por la llegada del Año Nuevo Chino, que en esta ocasión es dedicado al conejo de agua.
Para el 2023, el año empezó este domingo 22 de enero.
En esta fecha, conocida también como el Festival de la Primavera, las comunidades chinas de todo el mundo celebran el inicio de un nuevo año. Las festividades despiden al año viejo y están destinadas a traer suerte y prosperidad en el nuevo.
Según el calendario, este Año Nuevo Chino 2023 estará representado por el Conejo de Agua, animal que tomará la posta del Tigre de Agua, y que simboliza —entre otras cosas— la vigilancia, el ingenio y la mente rápida. Vale señalar que los años de nacimiento correspondientes a este signo son: 1927, 1939, 1951, 1963, 1975, 1987, 1999, 2011 y 2023.
Por lo anterior, desde temprana hora cientos de personas se dieron cita en el Barrio Chino de la CDMX, ubicado sobre la calle de Dolores en el Centro de la Ciudad, para apreciar un poco de este barrio emblemático y mágico y festividad que acerca a los visitantes a la riqueza y cultura del gigante asiático.
Con orejas de conejo, gorros, y vestimenta asiática, los visitantes de la Ciudad y de otros estados poco a poco fueron llenando este sitio, en donde por momentos era imposible avanzar por el río de gente y puestos.
En los puestos se podían ver y comprar galletas de la suerte, llaveros y la comida tradicional como el ramen y los rollitos, aunque también había helados con algunos nombres curiosos como “jalón de orejas”.
“Voy a comprar uno y le voy a decir: me da un jalón de orejas, jajaja”, exclamó entre risas una persona que caminaba por el barrio y volteó a ver estos helados.
Los costos de los productos y comida iba de los 10 pesos en adelante. Los productos más solicitados y buscados eran las figuras de conejo, mismas que, de acuerdo a la tradición, traen abundancia, aunque también era muy vistoso y llamativo el gato.
“Me pareció bien, me gustó mucho por las tradiciones, los regalos y la comida. Me gusta el conejo porque igual yo tenía uno”, señala la pequeña Valentina quien se encontraba disfrutando de la comida china.