El Arsenal ya se ha puesto, definitivamente, el traje de candidato a la Premier. Los de Mikel Arteta salieron a batirse con el Manchester United con la presión del City, al que veían dos puntos por detrás después de la enésima muestra de músculo de Erling Haaland, sobre su espalda. Sin embargo, no hay nadie más fuerte que los 'gunners' en el 'football'.
El equipo londinense sobrevivió a un partidazo lleno de alternativas, goles, golpes... manteniendo intacta su ventaja de cinco puntos (con un partido menos) en el liderato. No se quemaron ante los 'diablos rojos' logrando un triunfazo (3-2) de los que saben a Premier. Todavía les quedan 19 encuentros y dos duelos ante el City por delante, pero la sensación tras ganar al 'ManU.' es que ya van en serio a por el alirón. Sólo cuatro equipos habían llegado al ecuador de la nueva Liga inglesa con 50 puntos o más hasta este curso en el que el Arsenal se ha unido a este club. Poca broma.
El United, competitivo hasta el extremo desde que Ten Hag dio con la tecla, no se amilanó. Sin Casemiro y con Weghorst en punta, les plantearon a los 'gunners' el mismo partido con el que les ganaron (3-1) en Old Trafford. Por algo son los únicos que les han derrotado en esta Liga inglesa. Les esperaron atrás, les mordieron en medio y les corrieron arriba. Así surgió el 0-1 de Rashford. Robo, caño del inglés a Thomas y latigazo al fondo de la red desde fuera del área. Un golazo para 'Rash', el noveno en nueve partidos tras el Mundial.
Sin embargo, este Arsenal de Arteta no se deshace cuando le golpean como le sucedía en los últimos cursos del Wenguerismo. Se levantan y siguen jugando hasta reponerse. Lo hacen una y otra vez. Posesión, pase, movimiento constante y ritmo alto para circular y robar hasta encontrar la victoria final. Con Odegaard de maestro de ceremonias, sirven así todos sus partidos. Reaccionaron al 0-1 a los siete minutos en una jugada coral que terminó en un centro de Xhaka que cabeceó Nketiah a gol. 1-1. El delantero inglés ha agarrado el '9' tras la lesión de Gabriel Jesus y lo está aprovechando (cuatro tantos en cinco partidos tras Qatar). Sin embargo, el duelo le tenía destinado el papel de héroe para el final.
Saka 'superstar'
Ramsdale mezcló paradaones (McTominay) con indecisiones. El United estaba bien cerrado y sólo una genialidad de Saka logró abrirles. Escorado a la derecha, fue hacia el medio y clavó un golazo con la zurda. Se inventó una diana de estrella que repitió después, aunque terminó en el palo. Ya está en 'modo decisivo'.
El United, como el Arsenal, tampoco se viene abajo cuando está atrás en el marcador. A los seis minutos del 2-1, Lisandro Martínez cabeceó en un córner mal despejado por Ramsdale el empate. Con una venda en su cabeza, el argentino metió la testa sin miedo. Vuelta a empezar.
La igualada introdujo en la batidora un encuentro que se llenó de alternativas hasta que el Arsenal agarró el balón de nuevo. Inclinó el campo hacia la meta de De Gea y fue, pase a pase, buscando el triunfo. Nketiah se convirtió en el cañonero mayor con Trossard debutando en los instantes finales. El español le sacó con una mano milagrosa un 3-2 que llegó en el minuto 90. Odegaard, en una jugada revisada por partida doble por el VAR, asistió a Nketiah para que anotara el gol del triunfo. Un doblete diabólico para mantener a raya al City y prolongar su racha triunfal. Suspense y locura en el Emirates. Optar a la Premier ya es un objetivo real. Y les sienta muy bien a los de Arteta.