Hay ciertas reglas que solo son válidas para los monarcas y sus cónyuges. La reina Isabel II le dejó grandes beneficios a su hijo mayor.
El mundo se consternó ante la muerte de la reina Isabel II en septiembre de 2022. Gran parte de los británicos aún no está de acuerdo con la representación de parte de Carlos III (pese a que la sangre y la tradición así lo demanden) y existen también quienes piensan que el monarca y la reina consorte no tendrían que tener ciertos privilegios.
Luego del fallecimiento de la madre de Carlos III, él y su esposa, Camilla Parker Bowles, obtuvieron nuevos títulos y derechos que les permiten “evadir” ciertas reglas que son obligatorias para los demás miembros de la sociedad y la realeza británica. Una de ellas viene de la mano de los viajes.
Privilegios reales
La monarca que falleció en 2022 viajó toda su vida sin tener un documento que es exigido a los demás miembros de la sociedad para desplazarse entre fronteras: el pasaporte. Además, nunca obtuvo el registro o licencia para conducir porque no le interesó y siempre prefirió que la llevaran en sus lujosos vehículos.
De esta manera, el exesposo de Lady Di tiene el privilegio especial de no necesitar pasaporte para viajar, al igual que su madre. Otro de los beneficios es que como heredero de la corona, no tendrá que pagar los impuestos de la abultada herencia que le dejó la reina Isabel II, algo que sin dudas es obligatorio para otros.
Otra de las normas a las cuales no tendrá que aferrarse el monarca es la obtención de la licencia de conducir. Al igual que su madre, no necesitará tal credencial para desplazarse. Pero otro de los privilegios que llama la atención es que ni el padre de Harry y William, ni Camilla Parker Bowles, podrán ser procesados por la justicia. El principio por el que se rige esta norma es por la “impunidad soberana”, que no es otra cosa que una protección absoluta.