Djokovic miró a través de la lente de lo ocurrido en Australia.
Novak Djokovic había concluido recién la temporada anterior al conquistar las Finales de la ATP por sexta ocasión, una cifra sin precedente. Pero en vez de hablar sobre sus expectativas para 2023, recordó la manera en que había comenzado 2022.
No había podido competir en el Abierto de Australia, país que lo deportó por no estar vacunado contra el COVID-19. Todo aquel episodio y su negativa a recibir las inyecciones requeridas entonces para ingresar en varios países más definieron su temporada y, para algunos, su legado.
Así, al reflexionar sobre su triunfo en el torneo que cerró la campaña en Italia, Djokovic miró a través de la lente de lo ocurrido en Australia.
“Se siente mucha satisfacción y, al mismo tiempo, un gran alivio, por las circunstancias por las que he pasado este año, situaciones al comienzo, desde luego, en Australia... Es obvio que eso tuvo un efecto en mi comienzo del año”, expresó el tenista serbio de 35 años en aquel día de noviembre.
“Por primera vez en varios meses yo traté de encontrar ese equilibrio, pensando en los partidos pero también en la mentalidad para volver a la cancha y encontrar ese nivel de tenis que necesito”.