Incluye un pase limitado para inmigrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, advirtió el miércoles que el nuevo plan de control migratorio de Estados Unidos podría vulnerar los derechos humanos fundamentales. "El derecho a solicitar asilo es un derecho humano, independientemente del origen de las personas, de su situación migratoria o de la forma en que llegaron a la frontera", dijo Türk en una declaración
La semana pasada, el presidente estadunidense Joe Biden anunció un programa de migración limitada a Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Se permitirá el ingreso mensual de hasta 30 mil personas durante dos años, al tiempo que refuerza las expulsiones de quienes ingresen ilegalmente.
Expulsaciones. Türk destacó que estas medidas van "en contra de la prohibición de las expulsiones colectivas y del principio de no devolución". El principio internacional de no devolución garantiza que nadie debe ser devuelto a un país donde pueda sufrir torturas, tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. Para formar parte del cupo los aspirantes deben abstenerse de cruzar la frontera de Estados Unidos, México o Panamá a partir de hoy, "quedarse donde están" y hacer la solicitud desde allí.
Además han de superar una investigación sobre sus antecedentes penales, tener a un patrocinador en Estados Unidos que les brinde apoyo financiero y estar vacunados.
Brindar refugio. La economía estadounidense depende en gran medida de la mano de obra extranjera y Biden prometió a su llegada a la Casa Blanca brindar refugio a los solicitantes de asilo y poner fin a las políticas de Donald Trump contra la inmigracón ilegal. El tema fronterizo es una de las principales debilidades políticas de Biden, una piedra en su camino para la reelección si se presenta a un segundo mandato en el cargo como tiene pensado según sus consejeros. Hasta ahora Biden ha mantenido bajo perfil frente a las críticas de la oposición, pero también de las organizaciones de defensa de los derechos humanos. El principio internacional de no devolución garantiza que nadie debe ser devuelto a un país donde pueda sufrir torturas, tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
El plan migratorio. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está comprometido con un nuevo plan migratorio para un mayor control fronterizo. Junto a la vicepresidenta Kamala Harris, la administración tiene sobre la mesa diferentes medidas para enfrentar la situación, las cuales fueron publicadas antes de que el demócrata llegara a Ciudad de México para participar en la Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN). Una de las principales medidas de la administración Biden–Harris será imponer consecuencias para las personas que intentan ingresar ilegalmente a su nación, es decir, si no tienen permiso o una base legal para permanecer en el territorio. “(Estas personas) estarán cada vez más sujetas a una expulsión acelerada a su país de origen y a un plazo de cinco años en los que se les prohibirá el reingreso”, se detalla en un comunicado emitido por la Casa Blanca.De igual manera, se anunció que a través del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Departamento de Justicia, se propondrá una nueva regulación para alentar a las personas a buscar vías ordenadas y legales para migrar y reducir la aglomeración de migrantes a lo largo de la frontera suroeste de Estados Unidos.
Asistencia. Al mismo tiempo, anunció el incremento de su asistencia humanitaria en México y América Central a 23 millones de dólares, con los cuales se buscará ayudar a los gobiernos de la región a responder a las crecientes necesidades humanitarias.