Los celos son en primer lugar una emoción. Se trata de pensamientos y sentimientos de inseguridad, miedo, preocupación y ansiedad con respecto a una pérdida anticipada de estatus o de algo de gran valor personal, particularmente en referencia a una conexión humana.
Los celos pueden llegar a ser paranoicos, delirantes, lo que se considera una patología mental grave. Se da en aquellos casos en que las preguntas se producen en una cascada incesantes y finalmente se acompañan de palizas, maltrato e, incluso, asesinato.
- Señales de una persona celosa:
- Revisan el teléfono de sus allegados (pareja, familiares) constantemente, y también sus cuentas personales (Facebook, e-mail…).
- Desconfían de los compañeros de trabajo, tanto de hombres como mujeres.
- No ven con buenos ojos que sus parejas realicen actividades personales placenteras.
- Suponen que sus parejas se arreglan y se maquillan para gustar a otras personas.
- Revisan cuidadosamente la ropa de sus parejas buscando marcas u olores de otras personas.
- Asumen que las compras personales que realizan sus parejas son regalos hacia otras personas.
- Privan a sus parejas de disfrutar de espacios con otras personas, incluso aunque tengan la oportunidad de acompañarlos.
- Critican, humillan, regañan y desvalorizan constantemente a sus parejas.
- Suelen tener una actitud grosera y prepotente.
- Ridiculizan a sus parejas frente a otras personas.
De acuerdo con la Psicologa Marianela Esquivel, las personas que experimentan celos en un grado demasiado elevado sienten temor, angustia, tristeza, estrés, e incluso dolores corporales producto de su desconfianza.
Ante ello, la especialista indica que es necesario insistir en que los problemas de celos se pueden superar acudiendo a un profesional adecuado. Por otro lado, especialistas indican que es importante establecer un límite entre la pareja cuando se percibe el primer daño moral, psicológico e incluso, a veces, físico.