En 1995, Elvis Presley, el ícono del rock and roll, fue declarado persona non grata en México. Pero, ¿qué fue lo que ocurrió? Te contamos.
Su extrovertida personalidad sobre el escenario y su rango vocal, hizo del músico una celebridad a mediados del siglo XX.
Elvis Presley era un ser humano distinto, aquella figura que todos querían imitar, conocer o asistir a alguno de sus conciertos. En resumen, convocaba multitudes.
De ahí que diversas empresarios hicieran hasta lo imposible por contratar su servicios, sin embargo no siempre tenían éxito, pero tampoco era culpa del cantante.
Fue así, a causa de un malentendido, que Elvis Presley se convirtió en una persona non grata en nuestro país.
Y es que en aquella época un empresario intentó contratarlo para que cantará en el cumpleaños de su hija. Incluso le ofreció un cheque en blanco.
Para ello, el hombre pidió el apoyo del entonces regente del Distrito Federal, Ernesto Peralta.
Sin embargo Elvis Presley rechazó la oferta pues justo ese día tenía agendado un concierto en Vancouver, Estados Unidos, por lo que ofreció disculpas.
La decisión no gustó al empresario y entonces contrató al periodista mexicano Federico de León para que redactara y publicara un artículo contar el músico.
En su columna, el comunicador mintió al asegurar que se había entrevistado con Elvis y que habló mal de las mujeres mexicanas.
“Prefiero besar a tres mujeres negras que a una mexicana”, fue lo que supuestamente habría dicho el cantante.
Y aunque fue algo inventado, después desmentido por el periódico ESTO, el daño ya estaba hecho.
Por ello oficialmente Elvis Presley fue nombrado persona non grata en México, vetado y rechazado por el mismo público que antes lo amaba.
De hecho, el cantante no pudo ingresar al país para filmar algunas escenas de la cinta “Diversión en Acapulco” la cual se estaba grabando en el puerto.