Melissa fue una de las jóvenes que quedó prensada. Anabel y más mujeres decidieron ayudarla, pero de inmediato escucharon golpes en las puertas.
“¡Para qué se lo dejan a él, si no sabe manejar!”, fue lo que escuchó Anabel Ruiz, una de las víctimas del choque de la Línea 3 del Metro antes de que fuera atendida por paramédicos.
La mujer de 35 años, proveniente de Gustavo A. Madero, y quien se dirigía a su trabajo en Coyoacán, cerró los ojos para dormir un poco cuando sintió un impacto en el rostro que la hizo levantarse y correr en la parte trasera del primer vagón, justo el que va detrás de la cabina del conductor.
Con los golpes, decidió hacer una videollamada a su hermana Fernanda, quien alcanzó a escuchar los gritos de dolor.
“Me marca mi hermana y me dice que me va a hacer una videollamada. Cuando ella me marca, pues se escuchan los gritos de todo mundo, y ella le decía tranquila, porque estaba en el primer vagón y le tocó ver a una chica que se llama Melissa, que quedó atrapada, no sabemos qué le caería en las piernas (…) Ella estaba gritando, su mamá quedó en shock”, narró Fernanda Ruiz.
“Para qué se lo dejan a él si no sabe manejar”
Melissa fue una de las jóvenes que quedó prensada. Anabel y más mujeres decidieron ayudarla, pero de inmediato escucharon golpes en las puertas. Era personal del Metro que les pedía que no se arrojaran a las vías.
Fue en ese momento cuando escuchó a los trabajadores decir: “Para qué se lo dejan a él si no sabe manejar”.
Salió Anabel y su esposo pidió que la revisaran y la llevaron al Hospital San Ángel Inn. Más tarde, salió de la unidad caminando, subió a un auto y su marido se la llevó a casa.
Otros, como Juana González de la Cruz, prefirieron dirigirse al Hospital Magdalena de las Salinas por su propio pie.
Después de casi cuatro horas de ser atendida y haber presentado su denuncia, se retiró con collarín y un fuerte dolor en el hombro y la cabeza.
Hizo un llamado a las autoridades: “¡Que traten que el transporte sea más seguro, que le den mantenimiento para evitar este tipo de situaciones. Ya es la segunda ocasión!”.