Es fácil caer en malos hábitos pero que difícil resulta dejarlos atrás y más aún en un mundo en el que todo parece jugar en tu contra.
Si alguna vez te has sentido esclavo de la nicotina e incluso consideras que tu cajetilla de cigarros o tu vape son una extensión de tu persona, no te preocupes que no eres el único. Es importante que seas consciente de que no va a ser una tarea sencilla, dejar un mal hábito atrás nunca lo es, pero recuerda que tú tienes el poder de cambiar todas aquellas actitudes que hasta la fecha realizas y solo resultan dañinas para tu organismo.
- Establece un plan de acción:
Todo buen fumador tiene guardado un momento del día en el que es más propenso a fumar, ya sea después de comer, antes de iniciar una actividad que le genera estrés o incluso de camino a la oficina en donde parece que el cigarro es el perfecto aliado. Es importante que te vuelvas consciente y le des la vuelta a tu cabeza, si antes fumabas acompañado de una taza de café, ahora empieza a tomar té. Es posible que esta bebida no desencadene el deseo por fumar.
- Cambia tu estilo de vida:
Es importante que salgas de esa antigua rutina en la cual todo giraba en torno al cigarro. Trata de comer a diferentes horas, procura consumir colaciones saludables entre comidas e incluso puedes remodelar tus espacios, recuerda nuevos habitos, nuevo tú. Es sumamente importante que sigas una rutina de ejercicio, encuentra algo que te haga mantenerte activo pero que también te resulte divertido, cuando disfrutas las cosas sacas la mejor versión de ti. Si sientes que te invaden las ansias por encender un cigarro, ponte a leer o escribir, de esta forma podrás canalizar tu energía en cosas que te ayuden a crecer y mejorar como persona. No lo olvides, la constancia se convertirá en tu mejor arma para salir victorioso de esta batalla.
- Ponte metas:
Establece metas para dejar de fumar a corto plazo y date un reconocimiento cada vez que lo consigas. Una idea puede ser poner todos los días en un frasco el dinero que solías gastar ya fuera en cajetillas o vaporizadores y luego invierte ese dinero en algo que te haga sentir feliz y recuerda ir viviendo día con día. Al inicio va a ser común que pensamientos como “un cigarro y ya”, invadan tu mente y la realidad es que esto solo va a hacer que el deseo por fumar sea más fuerte, sin embargo, es común que caigas, sé consciente de que siempre puedes volver a levantarte.