El ejército ruso aseguró respetar su tregua y acusó a las tropas ucranianas de "seguir bombardeando las ciudades y las posiciones rusas".
Los bombardeos continuaron este viernes a ambos lados del frente en Bajmut, epicentro de los combates en el este de Ucrania, y en otras localidades del país, a pesar del cese al fuego unilateral decretado por Rusia con motivo de la Navidad ortodoxa.
Periodistas de la AFP reportaron que oyeron disparos con artillería desde las dos partes del frente en Bajmut, una ciudad con calles en gran parte destruidas y desiertas, después del inicio teórico del alto al fuego a las 09H00 GMT, aunque su intensidad era menor que en los días anteriores.
Pavlo Diatchenko, policía de Bajmut, dijo que la tregua era una "provocación" rusa. Los civiles "están siendo bombardeados día y noche y casi todos los días hay muertos", aseveró.
El ejército ruso aseguró, sin embargo, respetar su tregua y acusó a las tropas ucranianas de "seguir bombardeando las ciudades y las posiciones rusas".
El jefe adjunto de la administración presidencial ucraniana, Kirilo Timoshenko, informó de dos bombardeos rusos en Kramatorsk, también en el este, que alcanzó una vivienda, pero no que dejó víctimas. Reportó también un bombardeo ruso en Khersón (sur).
Las autoridades separatistas prorrusas del este de Ucrania informaron, por su parte, de varios bombardeos de su bastión de Donetsk antes de que entrara en vigor el alto al fuego decretado por el presidente ruso, Vladimir Putin.
Siguiendo el llamado del patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kirill, y del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, Putin había ordenado un "alto al fuego en toda la línea de contacto entre los bandos en Ucrania" desde las 09H00 GMT del 6 de enero hasta las 21H00 GMT del 7 de enero".
Primera gran tregua
Esta debía ser la primera gran tregua en Ucrania desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero.
Anteriormente, hubo breves pausas en los combates, pero únicamente a nivel local, como durante la evacuación de civiles de la fábrica Azovstal de Mariúpol (sureste) en abril.
Escéptico ante el anuncio, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, estimó que era una "excusa para frenar el avance" de las tropas de Kiev en el Donbás, en el este, y llevar "equipamientos, municiones y acercar a hombres a nuestras posiciones".
Putin había pedido a las tropas ucranianas que respetaran la tregua para permitir a los ortodoxos, fe mayoritaria tanto en Ucrania como en Rusia, "asistir a los oficios en Nochebuena, así como el día de la Natividad de Cristo".
"Rusia debe abandonar los territorios ocupados, solo entonces habrá una 'tregua temporal'. Guárdense su hipocresía", tuiteó el jueves un asesor de la presidencia ucraniana, Mijaílo Podoliak.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, estimó que Putin está "buscando oxígeno". "Estaba listo para bombardear hospitales, guarderías e iglesias" el 25 de diciembre y el día de Año Nuevo, dijo Biden durante un discurso en la Casa Blanca.
Este alto al fuego "no contribuirá en nada para avanzar en las perspectivas de paz", reaccionó el ministro británico de Asuntos Exteriores, James Cleverly.
Esta tregua no aportará "ni libertad ni seguridad" a Ucrania, coincidieron diplomáticos alemanes.