Vientos violentos, lluvias torrenciales y fuertes nevadas se espera que sigan azotando este jueves a California, golpeada la víspera por una "bomba ciclónica" que provocó cortes de electricidad, cierres de rutas y la declaratoria de emergencia en el estado más poblado de Estados Unidos. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advirtió sobre inundaciones costeras repentinas y deslizamientos de tierra en zonas ya afectadas antes por incendios forestales, señalando que la tormenta puede causar muertes.
"Un evento fluvial atmosférico significativo afectará a California durante todo el jueves con lluvias intensas o excesivas, inundaciones con flujos de escombros y deslizamientos de tierra cerca de áreas quemadas recientemente, fuertes nevadas en las montañas y fuertes vientos", indicó el NWS. Los "eventos fluviales atmosféricos", un fenómeno en el que aire cargado de humedad de los trópicos fluye desde el océano, no son inusuales durante los inviernos en California. Pero el actual ha venido acompañado de una "bomba ciclónica", una caída abrupta en la presión del aire que genera fuertes ráfagas.
El gobernador Gavin Newsom declaró la emergencia estatal el miércoles y autorizó a la Guardia Nacional a apoyar la respuesta al desastre. Las autoridades locales emitieron avisos de amenazas a la vida y la propiedad en gran parte de California. Las advertencias de inundaciones afectan a más de 34,5 millones de californianos. Decenas de vuelos fueron cancelados, las escuelas cerraron como medida de precaución y el NWS del Área de la Bahía instó a no viajar. Unos 190 mil hogares y comercios estaban sin electricidad el jueves temprano, según PowerOutage.us. La región de mayor riesgo es la del norte de California, especialmente alrededor de San Francisco y Sacramento. Allí se emitieron órdenes de evacuación en los condados de Santa Bárbara y Santa Cruz. En la ciudad de South San Francisco, el techo de una gasolinera se derrumbó durante la tormenta. En San Francisco, que instaló un centro de operaciones de emergencia e interrumpió la circulación de sus famosos teleféricos, los bares y restaurantes cerraron.