A pesar de seis votaciones, McCarthy no logró los votos necesarios para presidir la Cámara baja, el tercer cargo más poderoso en la política de EU después de la presidencia y la vicepresidencia.
Este jueves, la Cámara de Representantes de Estados Unidos retomará sus sesiones con miras a elegir a su nuevo presidente, luego de dos jornadas de estancamiento por luchas internas en filas republicanas.
Los conservadores de línea dura han rechazado a Kevin McCarthy, respaldado por el expresidente Donald Trump, a quien acusan de ser demasiado moderado, lo que hace que la designación del llamado "speaker" de la Cámara Baja sea la primera en un siglo en requerir múltiples rondas de votación.
A pesar de seis votaciones desde el martes, McCarthy no logró obtener los 218 votos necesarios para convertirse en presidente de la Cámara de Representantes, el tercer cargo más poderoso en la política estadounidense después de la presidencia y la vicepresidencia.
Sin un "speaker", la Cámara baja, que inició una nueva legislatura tras las elecciones intermedias de noviembre, no puede tomar juramento a sus miembros, decidir la integración de los diversos comités, ni abordar proyectos de ley o abrir ninguna de las investigaciones que la oposición republicana prometió sobre el presidente demócrata Joe Biden.
Los congresistas acordaron retomar la sesión este mediodía (17H00 GMT), dando tiempo a más negociaciones.
Republicanos no se ponen de acuerdo y siguen sin capitalizar su escasa mayoría
Unos 20 republicanos han bloqueado a McCarthy, un congresista de California, dejando al partido incapaz de capitalizar hasta ahora la escasa mayoría que obtuvo en los últimos comicios legislativos.
McCarthy ya ha aceptado muchas de las demandas del grupo, pero la oposición a su candidatura dentro de su propio partido solo parece endurecerse.
Los estadounidenses "quieren una nueva cara, una nueva visión, un nuevo liderazgo", afirmó el congresista de Texas, Chip Roy desde el pleno el miércoles.
Los partidarios de McCarthy se sienten cada vez más frustrados, especialmente porque no ha surgido ningún competidor de peso.
Dos partidarios de McCarthy --el líder de la mayoría entrante en la Cámara de Representantes, Steve Scalise, y Jim Jordan, un favorito de la derecha-- parecen ser las alternativas más viables.
McCarthy, que recaudó millones de dólares para las campañas de legisladores de derecha, contribuyó a que su partido volviera a controlar la Cámara Baja luego de cuatro años de dominio demócrata, aunque la mayoría republicana es de apenas 222 contra 212 del otro partido.
Este exempresario de 57 años ambiciona desde hace mucho tiempo la oportunidad de reemplazar a la demócrata Nancy Pelosi (2019-2023).
Profunda división en el Partido Republicano
Pero la candidatura de McCarthy ha abierto una brecha dentro de los republicanos: los centristas se refieren a la facción de extrema derecha que encabeza la resistencia como los "20 talibanes".
La pugna provocó frenéticas negociaciones tras bambalinas entre los aliados de McCarthy y sus detractores conservadores en busca de un acuerdo que consiga también la aprobación de los moderados.
Los medios estadounidenses informaron que las partes estaban en conversaciones sobre la creación de un "grupo de negociación" para resolver sus diferencias.
Mientras tanto, McCarthy dijo a los periodistas que prevé seguir en la carrera y que había hablado con su principal patrocinador, Trump, quien pidió a los republicanos renegados que no "conviertan un gran triunfo en una gigantesca y vergonzosa derrota".
Pero los comentarios del exmandatario no lograron cambiar el resultado de las votaciones y fueron rechazados incluso por una usual aliada de Trump, Lauren Boebert, quien dijo que su "presidente favorito" estaba equivocado.
"Necesita decirle a Kevin McCarthy que, señor, no tiene los votos y es hora de retirarse", sostuvo.
Paralizada la Cámara Baja por falta de presidente
Ningún tema de la Cámara de Representantes puede tramitarse sin un presidente, lo que significa que los legisladores electos deben continuar votando hasta que alguien obtenga la mayoría.
Si McCarthy, que hasta ahora ha perdido todas las rondas ante el líder de la minoría demócrata Hakeem Jeffries, finalmente decide retirarse, es probable que los dos partidos comiencen a buscar un candidato de "unidad" dispuesto a trabajar con ambos bandos.
Algunos de los detractores de McCarthy se han mostrado en desacuerdo con posiciones políticas específicas, pero otros simplemente han indicado un disgusto generalizado.
"Todos los republicanos en el Congreso saben que Kevin en realidad no cree nada. No tiene ideología", escribió recientemente el congresista de Florida Matt Gaetz sobre McCarthy.
Boebert y Gaetz hablaron con McCarthy después de un breve aplazamiento a primera hora de la tarde del miércoles. Pero Gaetz declaró luego a periodistas que McCarthy era "un tipo desesperado cuyo porcentaje de votos está cayendo", mientras que Boebert anticipó "una creciente oposición a Kevin".