¿Cómo revertir el declive demográfico que han sufrido muchas partes de Japón en las últimas décadas? El gobierno japonés se suma a una idea que ya habíamos visto en Italia para poblar esas zonas rurales que han perdido atractivo por el dinero que prometen las metrópolis más grandes. Pagarán un millón de yenes por niño para que las familias salgan de Tokio.
Esto significa más o menos al cambio actual a unos 7.600 dólares por niño si cambian la superpoblada Tokio por municipios fuera de la ciudad y las prefecturas circundantes. Por cierto, la cifra es más del triple de los 300.000 yenes que se ofrecen bajo un esquema ya existente desde 2019.
La idea detrás no solo busca impulsar y dar vida a ciudades y pueblos en declive, también se pretende reducir la densidad de población de Tokio y alentar a las personas a comenzar una nueva vida en partes “pasadas de moda” del país que se han visto golpeadas por el envejecimiento, la disminución de la población y la migración de jóvenes a Tokio, Osaka y otras grandes ciudades.
Más datos sobre la propuesta. El pago se ofrecerá a las familias que viven en los 23 distritos “centrales” de Tokio y las prefecturas vecinas del cinturón de cercanías de Saitama, Chiba y Kanagawa. Para conseguir el “bono”, las familias deben mudarse fuera del área metropolitana de Tokio, aunque algunas podrían recibir el dinero en efectivo si se mudan a áreas montañosas dentro de los límites de la ciudad.
Hasta este momento, alrededor de 1300 municipios, más o menos el 80% del total, se han sumado al plan, con la esperanza de capitalizar un cambio hacia la calidad de vida que cobró impulso durante la pandemia, cuando más trabajadores descubrieron los beneficios de trabajar de forma remota.
Además, hay una letra pequeña muy a tomar en cuenta, sobre todo por aquellos que busquen “dinero fácil”. Las familiar deben vivir en sus nuevos hogares durante al menos cinco años y un miembro del hogar debe estar trabajando o planeando abrir un nuevo negocio. Aquellos que se muden antes de que hayan pasado cinco años tendrán que devolver el dinero en efectivo.
Las familias que se muden recibirán entre 1 y 3 millones de yenes por hogar, siempre que cumplan uno de estos tres criterios: empleo en una pequeña o mediana empresa en el área a la que se mudan; continuar en sus antiguos trabajos a través del trabajo remoto; o iniciar un negocio en su nuevo hogar. Por cierto también, las mitad del efectivo provendrá del gobierno central y la otra mitad de los municipios locales.
Una noticia que se produce después de que se hiciera público que las población de la tercera economía más grande del mundo sufrió una caída récord de 644.000 en 2020-21. Se espera que caiga en picado de los 125 millones actuales a un estimado de 88 millones en 2065, una disminución del 30% en 45 años.