Desde hacer el lavado nasal a cepillar la lengua. Existen sencillos trucos que provienen de la medicina natural que pueden ayudar mucho a mejorar las defensas y alejar así el riesgo de sufrir gripes o resfriados.
Existen muchas otras cosas que se pueden hacer para estimular el sistema inmunitario para prevenir o frenar una infección en su primera fase o para favorecer la curación.
Aquí te contamos 5 cosas muy fáciles que puedes hacer para reforzar tu sistema de defensas.
- CONTROLAR EL ESTRÉS:
Hasta hace un par de décadas se creía que el sistema inmunitario escapaba al control del sistema nervioso central, pero ahora se sabe que una situación que genera estrés, ya sea físico o emocional, desencadena toda una serie de reacciones fisiológicas que afectan a la respuesta inmunitaria.
Esto se debe a que cuando se vive en tensión se segrega mayor cantidad de unas hormonas que acaban inhibiendo la acción de los linfocitos y afectando al timo, una glándula básica para el desarrollo y buen funcionamiento del sistema de defensas.
Una de esas hormonas es el cortisol, que además de aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades acarrea muchos otros problemas para la salud, entre ellos un aumento del nivel de azúcar en la sangre, insomnio y también trastornos gástricos.
El ejercicio físico, realizado con intensidad moderada y regularmente, ayuda a combatir el estrés, por lo que puede indirectamente reforzar las defensas.
Aunque también puede hacerlo directamente, aumentando la concentración de células defensivas y mejorando así la respuesta inmunitaria.
- ESTIMULAR LAS DEFENSAS CON REFLEJOTERAPIA:
Los pies son mucho más que los soportes del cuerpo. En ellos existen zonas reflejas comunicadas con las distintas partes del organismo. Activando esas zonas mediante un masaje se pueden disipar tensiones y prevenir o tratar enfermedades.
En esto se basa la reflejoterapia, una técnica de masaje que además mejora la circulación sanguínea y linfática, esta última con efectos directos sobre el sistema inmunitario. Ayuda asimismo a relajarse, combatir el estrés y recuperar la vitalidad.
Sin descartar la opción de acudir a un terapeuta especializado en masaje podal, uno puede también ayudar a sus defensas a combatir un resfriado o cualquier otra infección masajeándose la zona refleja del pie correspondiente durante unos minutos cada día en cuanto empiezan los síntomas:
- En caso de inflamación de garganta y congestión nasal, por ejemplo, se puede masajear con pequeños círculos la base del pulgar.
- Si los problemas se concentran en el pecho, habrá que centrarse en la parte alta de la planta, avanzando desde la base de dedos hacia la almohadilla del pie.
- Masajeando la cara interna por debajo de la articulación del pulgar, se estimula el timo.
- EL LAVADO NASAL DEL YOGA:
Una buena higiene de las fosas nasales protege frente a infecciones y alivia el resfriado. Los yoguis de la India lo sabían y han perfeccionado una técnica de lavado nasal.
Usan una lota, una especie de porroncillo con una esfera en la punta que tapa la fosa nasal. Se vierte en su interior medio litro de agua templada y se añade una cucharadita de sal marina.
Inspirando suavemente el líquido se introduce con la lota por el orificio izquierdo de la nariz y se expulsa por el derecho, dejando que el agua arrastre las mucosidades. Luego se repite en sentido contrario.
Esta práctica alivia problemas de nariz, garganta y oídos en general, y ayuda en casos de alergia, sinusitis, ronquidos, resfriado, dolor de cabeza y garganta, contaminación por polvo, tabaco...
- LLEVAR UNA BUENA HIGIENE BUCAL:
Descuidar la higiene bucal no solo tiene consecuencias para la boca; también las tiene para las defensas.
En las encías y en los dientes se acumulan gérmenes que no producen molestias, pero mantienen ocupado al sistema inmunitario y acaban por agotarlo.
Conviene, pues, cepillarse bien los dientes y la lengua, así como revisarse regularmente la boca para descartar posibles infecciones.
- REMEDIOS NATURALES:
Los remedios homeopáticos modulan el sistema inmunitario estimulándolo cuando está débil y frenándolo cuando está hiperactivo.
Existen varios para prevenir y tratar los resfriados y las gripes estacionales; estos son algunos de los más comunes.
- Oscillococcinum:
Este popular medicamento es una excepción en el panorama homeopático, pues su nombre, a diferencia del de los demás, está asociado a un único laboratorio que tiene la patente. Se prescribe como preventivo un tubito semanal en los meses de invierno. Una vez contraída la gripe, la dosis dependerá de la gravedad de los síntomas. El oscillococcinum acorta la duración de síntomas como la fiebre, escalofríos y dolor muscular.
- Thymuline:
Se trata de una hormona del timo obtenida por síntesis que actúa sobre los linfocitos T reforzando las defensas. Se suele prescribir Thymuline 9CH, sobre todo a niños en su primer contacto con el colegio o guardería. Se administra un tubo dosis semanal durante un mes y al mes siguiente se repite con otro tubo dosis.
- Aconitum:
Elaborado con acónito, puede usarse como preventivo cuando se prevé un contacto con el frío o la nieve o una bajada brusca de temperatura, y para tratar resfriados o gripes que surgen con virulencia tras la exposición al frío y vientos secos a veces acompañados de fiebre o inflamación de garganta.
- Gelsemium:
Mejora la gripe aguda o la garganta inflamada cuando se acompañan de debilidad, escalofríos, fiebre o intenso dolor de cabeza, y los síntomas aparecen gradualmente y empeoran con el tiempo húmedo.
- Bryonia:
Se emplea para tratar resfriados y gripes con intenso dolor de oídos y de cabeza, sed y sudor. También combate la bronquitis con tos seca que empeora con el movimiento y que se acompaña de fiebre.