Se espera que después del segundo semestre de 2022 en los países de la región se observe una desaceleración del crecimiento económico.
La desaceleración de la tasa de crecimiento en México y América Latina refleja la reducción del efecto rebote observado en 2021; el menor dinamismo de la economía mundial; la mayor incertidumbre de los mercados financieros internacionales; mayores limitaciones del gasto fiscal, menores niveles de consumo e inversión y las mayores restricciones en la política macroeconómica, expuso la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En su Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe de diciembre, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) revisó al alza las estimaciones de desempeño en el ámbito regional.
Crecimiento. Para el año 2022 se proyecta que el PIB de América Latina y el Caribe presente una tasa de crecimiento de 3.7% en promedio (2.7% en agosto), casi la mitad de la tasa del 6.7% registrada en 2021.
No obstante, se espera que después del segundo semestre de 2022 en los países de la región se observe una desaceleración del crecimiento económico. Por lo que, a partir de 2023, se anticipa una convergencia hacia tasas de crecimiento similares a las que se registraban antes de la pandemia, proyectando un crecimiento de 1.3%. Al interior, todas las subregiones registrarían un menor crecimiento en 2023: América
del Sur crecería 1.0% (3.7% en 2022); el grupo conformado por Centroamérica y México, 1.6% (3.3% en 2022), y el Caribe (sin incluir Guyana) 3.3% (4.5% en 2022).
Experimentaría un crecimiento menor que el de la llamada “década perdida” de los años ochenta, el cual se calcula en 0.9%, menos de la mitad del 2.0% registrado en dicho periodo del año y comienzos del siguiente.