Si hay alguien a quien todos quieren derrocar, ese es Roman Reigns. El Jefe Tribal se consagró como el rostro de WWE y el gran rival a vencer dentro de la compañía, su año fue impresionante, tanto a nivel de historias como de personaje, y eso que se volvió part-timer.
Roman Reigns comenzó el año como Campeón Universal y en WrestleMania 38 lo unificó con el Campeonato de WWE, unificando así los títulos máximos que existen en la compañía y haciendo crecer a The Bloodline como la facción más dominante de la actualidad.
El cierre del 2022 no pudo ser mejor para la facción, pues se quedaron con la victoria en War Games y el Campeonato Indiscutido Universal de WWE se quedó en la cintura de Roman Reigns. La rivalidad entre Roman Reigns y Brock Lesnar ha sido guiada por la relación laboral que ambos han tenido con Paul Heyman, actual manager del Jefe Tribal.